Fascinante retrato del mundo que nos muestra los desequilibros que hay en él con unas imágenes bellísimas, incluso cuando retratan explotación ganadera o petrolífera.

Nos cuenta muchos contrastes que hay entre distintas ciudades, desde Nueva York, Dubai o Las Vegas, cada una con sus contradicciones y sus taras ecológicas.

Te quedas embobado viendo tanta belleza y tanta sinrazón. A veces incluso despierta tus ganas de viajar. Otras veces te indignas ante despropósitos del ser humano como construir campos de golf en pleno desierto o el drama de plantar aceite de palma donde antes había bosques.

Estamos ante un documental esencial, inspirador y con una producción excelente, ya que se han tenido que recorrer todo el planeta para conseguir todas las imágenes.

Por suerte, ante tanta penuria, termina con un mensaje positivo y esperanzador que nos hacen creer que no todo está perdido.