El 11 de julio de 2010, en el momento en el que un país entero contuvo la respiración al ver a Iniesta recibir un balón dentro del área y empalar una bola que atravesó una red de desilusión y crisis de valores nacional para devolver la esperanza y la felicidad por momentos a un país; yo estaba en un bar, sentado al lado de mi novia y una amiga, y recuerdo que al ponerme de pie y celebrar ese gol, me abracé a ella, y a mi amiga, y al bibliotecario al que solía ver todos los días, y a un desconocido que llevaba la camiseta de Xavi. Y recuerdo ese momento, porque también recuerdo los problemas que me abordaban en esa época, y que tras ese tanto, se hicieron por unos segundos, mucho más livianos.

Daniel Sánchez Arévalo escribe y dirige "La gran familia española" centrando su nueva película en ese momento de euforia nacional. Pero su historia, va más allá de ese instante de exaltación patria, centrando su punto de mira en la pequeña galaxia de una familia como cualquier otra, con sus problemas y sus alegrías. Y con pulso delicado y sentimental, escribe uno de los mejores guiones del año, en el que el romance, la comedia y el drama se entrelazan de manera excelente, tejiendo un tapiz de emociones cotidianas y naturales. Más que una ficción, la nueva película del director de "Azuloscurocasinegro" se destapa como un diario de a bordo de las vicisitudes de la vida. Con personajes que hablan con el corazón de la calle, nos sumerge en la idiosincracia de una familia que en sus rarezas, se tornan reflejo de nuestras imperfecciones. Sus personajes son extrapolaciones de los temores y las preocupaciones de una sociedad de marcado carácter generacional. Sánchez Arévalo, sabe medir los tiempos de su película, y sin dejar que se le escape de las manos, hace redonda una obra que desborda sentimientos.

Gracias al carisma de sus actores, todos en estado de gracia; gracias a una historia tan cercana que duele; gracias a una dirección viva que no se deja llevar por las simples excelencias del libreto; gracias a que también tiene errores, aunque no haga falta resaltarlos, pues al fin y al cabo, en la vida también se cometen errores; gracias a que todos recordamos dónde estábamos cuando Iniesta nos hizo campeones del mundial; "La gran familia española" es sin duda una revelación mágica que se disfruta porque en esa familia bizarra, todos tenemos parientes.