Existen una serie de factores que no escapan al efecto de las "luces rojas", y que determinarán esta crítica. Se mire por donde se mire, son hechos probados y demostrados. El primero de ellos, es que Rodrigo Cortés, es actualmente, uno de los directores más cotizados de nuestro país. No hay más que mirar el reparto de su tercera película para demostrarlo. Otro hecho contrastado, es la capacidad del director para impactar al espectador con su cámara. Ya lo hizo en la excelente "Buried", donde dio sobrada muestra de una originalidad y un conocimiento del séptimo arte soberbio. Sin duda, el tercer y último factor que más ha determinado estas lineas, es la tremenda expectación que se ha generado a raíz de esta nueva película.

Tras su visionado, no puedo evitar sentirme ligeramente decepcionado. Seamos sinceros, muchos esperábamos más de Cortés. Su originalidad, queda en un segundo plano, en este thriller que huele a "deja vu" en todo su metraje. Parece que la sombra de Shyamalan sobrevuele cada fotograma restando frescura al guión del español. También se hace notar la sombra de la industria hollywoodiense en ese desenlace frío, aunque bien calculado. Parece que el propio director, no se crea mucho lo que nos cuenta, y puede que por eso mismo, el efectismo que se podía derivar de los constantes giros de guión, quede en entredicho por una historia falta de fuerza. Al final, con los créditos, llega una sensación de insatisfacción. El espectador consigue hilar una historia que ha conseguido engañarle, pero a la que le falta el empuje para noquear...

Sin embargo, queda el consuelo de poder vislumbrar aquellos recursos que enamoran de este director. Pese al flojo guión, Cortés sabe crear situaciones de tensión a base de unos buenos recursos cinematográficos. Su dominio de la técnica sigue intacto. Su película transcurre amena aunque ligeramente intrascendente. Y aunque no deslumbre, "Luces Rojas" es una película que se ve con mucha facilidad.

El gran lastre de esta cinta, son las expectativas que genera el hecho de saber que Rodrigo Cortés puede dar (y dará) mucho más de sí mismo. Mientras tanto, estoy seguro de que esta experiencia, le ayudará a mejorar... Pese a todo, que nadie crea que estamos ante una mala película. No olvidemos, pese al cartel, que esto es cine español. Y una vez más, queda demostrado que nuestro cine tiene "luz verde" en los grandes mercados.