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Voto de EuTheRocker:
6
Ciencia ficción. Aventuras. Acción Katniss Everdeen se encuentra en el Distrito 13 después de destrozar los Juegos para siempre. Bajo el liderazgo de la comandante Coin y el consejo de sus amigos más leales, Katniss extiende sus alas mientras lucha por salvar a Peeta Mellark y a una nación alentada por su valentía... Tercera y última entrega de la saga literaria "Los juegos del hambre" de Suzanne Collins, que se divide en dos películas. (FILMAFFINITY)
21 de noviembre de 2014
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine comercial, también conocido con el término blockbuster, necesita de las modas para encontrar el filón económico que justifique su existencia. Por ese mismo motivo, el reciente boom de la literatura juvenil, basada en distopías o en elementos fantásticos, en función del título, ha obligado a los grandes estudios de Hollywood a desarrollar sagas cinematográficas a la sombra de una serie de novelas de desarrollo similar, que suelen abordar el tema del paso a la madurez desde la adolescencia, centrándose en conflictos donde la épica y el dramatismo buscan por sacar la cabeza entre el simple lenguaje narrativo de unas obras literarias de estilo y calidad muchas veces por debajo de las expectativas de un público más adulto. "Los juegos del hambre", la serie de novelas escritas por Suzanne Collins, cumplen a la perfección esos cánones, presentándonos al personaje de Katniss Everdeen en esa distopía llamada Panem, en la que tiene que sobrevivir a unos poderes autoritarios que buscan imponer su poder sobre el más débil a cualquier precio. Una saga literaria que, en su transmutación a la gran pantalla, nos ha ofrecido una visión mejorada de la novela, en parte, gracias al excelente trabajo de una Jennifer Lawrence volcada en su interpretación de esa heroína adolescente que emprende el camino de la madurez al mismo tiempo que inicia una revolución que tambalea las bases del Capitolio que ostenta el poder de su universo. Con una primera entrega que sirvió para abrir boca, y una segunda parte que se postulaba como un gran ejercicio de entretenimiento que sabía jugar con sus propias normas, proponiendo un más que interesante juego de alianzas y traiciones, el terreno quedaba abonado para un desenlace épico, en la mejor tradición de otras sagas del cine.

Sin embargo, la necesidad de aprovechar el excelente tirón comercial de esta franquicia, nos trae ese desenlace en dos partes. Y en esa necesidad de exprimir lo que difícilmente resultaba exprimible, "Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 1", tropieza con su propia necesidad de abrir boca para el capítulo final. Con la tensión en todo lo alto, fruto del final en cliffhanger de la anterior entrega, Francis Lawrence arranca esta tercera parte, ofreciéndonos a una Katniss obligada a aceptar su condición de heroína, y dar un paso más hacia la madurez definitiva que la convierta en la mujer que todos esperan que sea. Ese conflicto humano, es aprovechado por el guión, siguiendo las pautas establecidas por la novela, para proponernos un interesante juego de intrigas políticas en las que se ofrece una más que curiosa visión del papel fundamental que la propaganda ejerce en la sociedad y de la manipulación que los poderes fácticos son capaces de ejercer sobre un pueblo necesitado de ídolos de papel sobre los que asentar sus anhelos y esperanzas. Todo ese juego, se afianza sobre los hombros de una sólida y excelente Jennifer Lawrence que, al vestirse de Katniss, sabe mutar perfectamente en ese personaje de carácter icónico, trayendo a la pantalla una vez más, una interpretación cargada de carisma y matices, en la mejor tradición de esta joven actriz que, título a título, demuestra el potencial que esconde tras su profunda mirada. Pero además, y mejorando a las anteriores entregas, en esta ocasión Lawrence no se encuentra sola, recibiendo la réplica de un reparto que, para esta entrega, viste sus mejores galas, con la incorporación de algunos nombres más que interesantes, y la explosión de personajes ya conocidos, pero hasta ahora desaprovechados. En el primer grupo, destaca por méritos propios el excelente trabajo de la soberbia Julianne Moore, una de esas actrices de raza, capaces de devorar la pantalla con sus intervenciones, ofreciendo algunos de los mejores momentos de esta primera parte del desenlace. Por otro lado, personajes como el interpretado por Donald Sutherland, en su papel de villano, alcanza en esta entrega sus mejores minutos en pantalla con una interpretación que si esta a la altura de su nombre, y del papel de vital importancia que juega en esta saga. Mención especial para el siempre magnífico y tristemente desaparecido Philip Seymour Hoffman, que mejora con respecto a la anterior entrega, disfrutando de más minutos en la pantalla, y con ello, haciendo disfrutar a los cinéfilos de todo el mundo con el brutal trabajo de un actor para el recuerdo.

Por desgracia, toda esta materia prima, se desvanece en un ejercicio de tensión suspendida, que busca prolongar el conflicto argumental hasta la saciedad, provocando en el espectador un hastío continuado, en busca de la explosión épica que se anuncia, pero no llega. En el intento por justificar la próxima película, todas las virtudes que Francis Lawrenece y los guionistas habían acumulado en la primera mitad de la cinta, se desvanecen ante la inexistencia de un desenlace propio para esta entrega, que funciona más como aperitivo para el capítulo final, que como unidad individual. De esta manera, la saga, cae en un bache fruto de su propia autocomplacencia, desluciendo cualquier excelente resultado final que pueda ofrecer esta saga. Porque justo cuando se le pedía a la trama que diera un paso más en su constante aumento del suspense, la película se vuelve letárgica y reiterativa, para finalizar nuevamente en un cliffhanger que nos lleva al último título de la historia.

En conclusión, nos encontramos ante un claro ejemplo de fallo de planificación en la concepción de esta entrega, llevándonos a pensar que la división en dos partes de "Sinsajo", es una maniobra comercial que perjudica, más que beneficia, a "Los juegos del hambre". Queda el consuelo de esperar que, con los buenos mimbres de que se disponen, y la situación de las cosas al final de esta cinta, el desenlace final, dentro de un año, sacie las ansias de épica, acción y entretenimiento que, con esta entrega, muchos hemos saboreado, pero nunca degustado.
EuTheRocker
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