Conjugar el humor y la historia le ha traído dolor de cabeza a mas de uno, y hemos visto resultados paupérrimos al intentar hacerlo sin mucha noción. Todo el que trabaja en hacer una película con esta meta sabe que corre un riesgo extra de desatinar y no medir el impacto que un simple diálogo puede generar en la sensibilidad del espectador. Jojo Rabbit parece saltar ese problema con total facilidad, y a pesar de tener un humor bastante oscuro por momentos, nunca deja de ser una película que esta pensada también para ingresar dentro de los estándares familiares.
Esa conexión entre el humor mas negro y la identificación infantil a partir del personaje de Jojo, es lo que hace a esta película tener una presencia especial, como si los chistes burdos por momentos realmente pudieran contrastar los horrores de la guerra, esto es algo que lamentablemente solo el cine, cuando se lo propone, parece lograrlo.