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España España · Burgos
Voto de Dmon1987:
6
Drama Tras divorciarse de Bill, encarcelado por pedofilia, Trish está a punto de casarse con Harvey, que será un buen padre para sus hijos. Cuando Bill sale de la cárcel, la familia deberá elegir entre el perdón y el olvido. La hermana de Trish, la angelical Joy, alejada de su degenerado marido y de su trabajo en un correccional de Nueva Jersey, va dejando una estela de escándalos a su paso. Son personajes que luchan por encontrar un lugar en ... [+]
1 de agosto de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Todd Solondz es uno de los más singulares que existen actualmente en el mundo del celuloide. Después de su ópera prima Bienvenido a la casa de muñecas, tan tierna como cruel, trazada como la fábula del lobo escolar que devora al marginado, creo una de las obras más originales de los últimos años: Happinness. En ella, demostró su tremendo savoir-faire en el mundo de la marginalidad, porque, si algo conoce el director americano, es sin duda lo raro, lo desagradable, aquellas partes de la sociedad que agachan la cabeza mientras el resto hace como que no existen.

La vida en tiempos de guerra viene a ser una especie de continuación de la anterior, muy parecida en la temática, aunque algo menos fresca que su predecesora. Mantiene el humor negro, y una alta dosis de cinismo como armadura para soportar las bofetadas de realidad que uno recibe más de una vez. Solondz sigue sirviéndonos una familia disfuncional, sin reglas ni mandamientos dogmáticos, similar a la de algunas series como A dos metros bajo tierra, o la genial Weeds. Auspiciado por unas interpretaciones que equilibran lo hilarante y lo compungido, aparece por encima de los demás, dentro del oasis satírico y excéntrico propuesto por el director, Alison Janney.

Y es que, en lo bueno y en lo malo, Solondz es el equivalente americano de uno de los auteurs más valorados del celuloide. Comparte con Almodóvar esa necesidad por mostrar al desplazado, el freak, a la atracción de feria que solo se encuentra cómodo entre sus iguales, pero tiene que convivir entre un grupo ajeno a la par que peligroso. El manchego bucea entre el travestismo y la homosexualidad mientras que el de New Jersey suele utilizar como base familias sin cabeza visible, madres sobrepasadas por las circunstancias, y sobre todo niños inocentes sobre los que se traza la historia.

La vida en tiempos de guerra se caracteriza también por enseñar o sugerir, de forma más o menos explícita, una serie de escenas de sexo que rozan lo repulsivo por quienes las protagonizan. Esto le sirve al realizador para soslayar los baches de un guión más que aceptable y mantener al espectador atento, aunque sea a base de provocar asco en los estómagos más sensibles. Por si fuera poco, la película se atreve a desafiar a los tabúes más recónditos, y no tiene problema en entrar en terrrenos delicados y controvertidos como la pedofilia. Al final no queda muy claro el mensaje, pero siempre quedará como un ejercicio valiente, que habla sin tapujos y no trata de ofrecernos ningún tipo de moraleja. Muestra lo que quiere sin doblarse ante las exigencias de una sociedad que no critica, aunque la ofrece como viciada, vil y mezquina.

En definitiva, recomendable por insólita y diferente al resto pero eso sí, cuidado que empiezo a ver la trampa y el cartón de Solondz, y veremos lo que le dura su rollo rarito sin reciclarse.

@dmontesvigo
Dmon1987
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