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Voto de Quatermain80:
8
7,6
2.375
Intriga. Cine negro
Una noche de tormenta, Hugo e Ivón llegan a un hotel de Gijón acompañados del hijo del primero. Salen a ver el mar embravecido y poco después Ivón regresa pidiendo socorro porque el muchacho ha sido arrastrado por el mar. Como el cadáver no aparece, un comisario se hace cargo del caso. (FILMAFFINITY)
22 de febrero de 2011
24 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo verdaderamente extraño ocurre en esta país cuando una película tan buena como esta es tan poco conocida.
Más allá de las características propias del género negro o policiaco en el que se enmarca el filme, el argumento desarrollado por el magnífico guionista Carlos Blanco alberga un considerable interés al reflexionar, entre otras cosas, acerca del poder de la imaginación y la fantasía, que son valoradas ventajosamente respecto de la realidad. A uno de los protagonistas, escritor de poco éxito (Hugo), su editor le reprocha su exceso de imaginación, la falta de realismo de sus personajes e historias, pero ignora que es precisamente ese "defecto" en el que basa su vida, pues la realidad le resulta frustrante.
Con una estructura propia del género, basada en flashbacks (que finalmente se prefirió a un relato lineal), la película posee un arranque espectacular, apoyado en una buena ambientación y una eficaz puesta en escena, aspectos ambos muy destacados en todo el filme. El desarrollo de los personajes protagonistas es muy bueno, debido a lo bien perfiladas que resultan sus personalidades, juicio aplicable a los casos de Hugo e Ivón, pero también al de Carlos, hijo del primero, cuya presencia sobrevuela la cinta, magníficamente sugerida en secuencias tan brillantes y descriptivas como la que nos muestra detalladamente su habitación. Hay además un acercamiento irónico y surrealista al mundillo de las Revistas de Variedades, y un inteligente tratamiento de sentimientos como el amor o la ambición, al tiempo que se analiza -a través de Hugo- una mente que comienza a trastornarse, atrapada entre realidad y ficción.
Aparte del interesante argumento, el guión cuenta con buenos diálogos, y las interpretaciones son más que correctas, especialmente en el caso de Emma Penella, que a pesar de ser doblada (por problemas de sonido) desarrolla estupendamente los matices de su rico personaje. La labor de Nieves Conde destaca por la naturalidad y sencillez con que se desenvuelve en la narración y también por su cuidada planificación en las secuencias rodadas en el hotel.
Por todo ello, una de las mejores películas del cine español, injustamente olvidada y poco comprendida, pero que todo aficionado debiera ver. Continúa en spoiler.
Más allá de las características propias del género negro o policiaco en el que se enmarca el filme, el argumento desarrollado por el magnífico guionista Carlos Blanco alberga un considerable interés al reflexionar, entre otras cosas, acerca del poder de la imaginación y la fantasía, que son valoradas ventajosamente respecto de la realidad. A uno de los protagonistas, escritor de poco éxito (Hugo), su editor le reprocha su exceso de imaginación, la falta de realismo de sus personajes e historias, pero ignora que es precisamente ese "defecto" en el que basa su vida, pues la realidad le resulta frustrante.
Con una estructura propia del género, basada en flashbacks (que finalmente se prefirió a un relato lineal), la película posee un arranque espectacular, apoyado en una buena ambientación y una eficaz puesta en escena, aspectos ambos muy destacados en todo el filme. El desarrollo de los personajes protagonistas es muy bueno, debido a lo bien perfiladas que resultan sus personalidades, juicio aplicable a los casos de Hugo e Ivón, pero también al de Carlos, hijo del primero, cuya presencia sobrevuela la cinta, magníficamente sugerida en secuencias tan brillantes y descriptivas como la que nos muestra detalladamente su habitación. Hay además un acercamiento irónico y surrealista al mundillo de las Revistas de Variedades, y un inteligente tratamiento de sentimientos como el amor o la ambición, al tiempo que se analiza -a través de Hugo- una mente que comienza a trastornarse, atrapada entre realidad y ficción.
Aparte del interesante argumento, el guión cuenta con buenos diálogos, y las interpretaciones son más que correctas, especialmente en el caso de Emma Penella, que a pesar de ser doblada (por problemas de sonido) desarrolla estupendamente los matices de su rico personaje. La labor de Nieves Conde destaca por la naturalidad y sencillez con que se desenvuelve en la narración y también por su cuidada planificación en las secuencias rodadas en el hotel.
Por todo ello, una de las mejores películas del cine español, injustamente olvidada y poco comprendida, pero que todo aficionado debiera ver. Continúa en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El recurso de contraponer realidad e imaginación mediante la creación de un personaje ficticio es muy adecuado, y la problemática que esa ficción desata en su creador, que no es otro que el escritor, recuerda la tormentosa relación que algunos literatos mantuvieron con sus "criaturas de papel", siendo los casos más llamativos los de Conan Doyle respecto a Sherlock Holmes y Agatha Christie respecto a Hércules Poirot. En ambos casos, consumidos por sus personajes, se vieron obligados a matarlos, lo que nos lleva inevitablemente al tema central de esta película; un hombre incapaz de triunfar en el mundo real crea una realidad aparente en la que todo está bajo control, pero esa ficción cobra vida propia, se convierte en una mentira en la que todos creen, y es necesario llegar al crimen para salir del atolladero.
De ahí que el final edulcorado y moralista impuesto por la censura resulte poco adecuado, y que hubiera sido preferible y más consecuente el concebido por guionista y director, que preveía el suicidio de Hugo. Tal vez como homenaje a ese brillante final que no fue, Antonio Giménez Rico, en su remake "Hotel Danubio" (bastante pobre, pues no añade demasiado al original y las interpretaciones están a años luz) lo incluye en su epílogo.
De ahí que el final edulcorado y moralista impuesto por la censura resulte poco adecuado, y que hubiera sido preferible y más consecuente el concebido por guionista y director, que preveía el suicidio de Hugo. Tal vez como homenaje a ese brillante final que no fue, Antonio Giménez Rico, en su remake "Hotel Danubio" (bastante pobre, pues no añade demasiado al original y las interpretaciones están a años luz) lo incluye en su epílogo.