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Voto de Quatermain80:
6
Drama Denuncia de las condiciones laborales en las fábricas a través de la historia de un obrero modelo que, a raíz de un accidente, se hace sindicalista. (FILMAFFINITY)
4 de agosto de 2011
31 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy valorada en su momento, como así lo prueban los importantes premios obtenidos, esta película de Petri es paradigmática dentro del cine político y denuciatorio, que experimentó una auténtica eclosión en Italia a partir de los años 60. El objetivo que persigue el filme es criticar la condición de la clase obrera mostrando la alienación de un trabajador que, siendo en principio modélico (va a lo suyo y es un ejemplo de productividad), acaba convirtiéndose en un subversivo (tras sufrir un accidente laboral), toma de conciencia a la que se apareja el deterioro de su vida familiar, e incluso de su salud mental.

Vista hoy, es imposible negar que la cinta ha envejecido, tanto en la forma como en el fondo, circunstancia que no impide que el argumento sea interesante y que aún tenga vínculos con el tiempo presente. El retrato que se hace del trabajo fabril, marcado por el imperio de la productividad y la vigilancia de los supervisores, se asemeja a lo que ya Chaplin propusiera en su estupenda "Tiempos Modernos" (perspectiva que había tomado de la anterior y excelente "Viva la Libertad" de René Clair), aunque despojándolo de humor y acentuando sus aspectos más desagradables y deshumanizadores. Lo cierto es que es una película crispada, en la que los personajes discuten y gritan constantemente, dejando poco margen para la reflexión, y en la que se retrata la división existente entre los obreros, al tiempo que contrapone las formas de lucha de los sindicatos y de los estudiantes de extrema izquierda revolucionaria, sin que ninguno salga especialmente bien parado (a los sindicatos se les acusa de reformistas y a los estudiantes de utópicos revolucionarios "que se lo pueden permitir"). En medio de este caos el protagonista parece condenado a la confusión y la desesperación, que lo llevan hasta la locura, por lo que el mensaje de la historia resulta claramente pesimista.

La película es crispada en todos sus aspectos; desde las interpretaciones, con un excesivo Volonté a la cabeza, pasando por los movimientos de cámara (con frecuencia nerviosos, enfatizando la incertidumbre de las situaciones mostradas, que a veces rozan la violencia), y culminando en la música, a cargo de Morricone. El guión resulta desigual, perdiendo efectividad en los momentos más surrealistas del filme, como los fragmentos de humor absurdo y algunas alusiones ideológicas, que se plantean de forma un tanto confusa.

Por todo ello un filme interesante, y que hoy, "cautiva y desarmada" la clase obrera europea, parece hablarnos desde un pasado remoto, cuando "apenas" han pasado cuarenta años desde su realización.
Quatermain80
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