Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Quatermain80:
7
Drama Aunque Victor ha abandonado el boxeo, quiere seguir ligado a ese deporte como entrenador. Se plantea el reto de encontrar a un joven, entrenarlo y convertirlo en un auténtico campeón. Cuando descubre a André, un trabajador del ferrocarril que parece reunir las cualidades idóneas, se ofrece a entrenarlo. Pero el proyecto no satisface a Blanche, la esposa de André, que alberga la esperanza de abandonar la dura vida de París y llevar una ... [+]
18 de abril de 2010
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Marcel Carné realizó esta película hacía tiempo que su mejor y más productiva época, que se sitúa en las décadas de los 30 y 40, con obras tan importantes como "El muelle de las brumas", "Amanece", y "Los niños del paraíso", había pasado ya. Tras la segunda guerra mundial su carrera, aunque no se detuvo, decayó claramente, acaso afectada por el proceso de depuración al que fue sometido Carné tras la ocupación, y a las cada vez más ácidas críticas hacia su obra por parte de un joven y ambicioso grupo de críticos y futuros cineastas, desde las páginas de Cahiers du Cinéma.

Pese a ello, Carné logró aún buenos resultados, como queda de manifiesto en este filme, un singular drama ambientado en el mundo del boxeo. Cinematográficamente, y por obra y gracia del cine estadounidense, en el que destacan como referencias ineludibles "Cuerpo y alma" de Rossen y "Nadie puede vencerme" de Wise, el boxeo ha quedado unido al género negro, potenciándose aspectos como la sordidez, los amaños, la dureza y la injusticia. La originalidad de esta película estriba en que, partiendo de personajes característicos, como el boxeador, su entrenador, el entorno y la guapa mujer fatal, las respectivas personalidades aparecen mucho más matizadas de lo que suele ser habitual, de modo que lo que uno espera generalmente de tales personajes no es lo que a la postre va a mostrársenos. Así, el boxeador resulta ser un tipo amargado e infeliz, necesitado del apoyo de los demás, con una sensibilidad a flor de piel que lo hace moralmente vulnerable; el entrenador, lejos de ser un hombre interesado o un pillo, aparece afable y paternal; por último, la supuesta mujer fatal se muestra ansiosa de amar y ser amada, hasta el punto de sacrificar en beneficio ajeno su felicidad y porvenir.

Aprovechando un guión ágil y bien escrito, el trío protagonista conformado por Gabin, Arletty y Lesaffre cuaja una eficiente labor, bien secundada por el resto de intérpretes, especialmente la familia italiana (la película es una coproducción francoitaliana, claro). Tras la cámara, Carné opta por un estilo más natural y luminoso que en épocas anteriores, en las que su cercanía al expresionismo alemán se hacía notar; no obstante, mantiene el rigor que caracteriza su composición y puesta en escena. Es notable la secuencia del combate, rodada en tiempo real, y que recoge con gran autenticidad el ambiente de un local popular de aficionados, logro bien secundado por la interpretación de los púgiles, Lesaffre incluido.

Por tanto, una buena película de un gran director, al que no siempre se trató con justicia, si bien su obra es una referencia imprescindible dentro de la cinematografía francesa.
Quatermain80
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow