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Voto de Quatermain80:
6
Serie de TV. Documental Serie de TV de 10 capítulos (2012-2013). La historia narrada y escrita por Oliver Stone en colaboración con Peter Kuznick se centra en una serie de hechos históricos que nunca trascendieron a la opinión pública, pero que determinaron de manera crucial la compleja historia de Estados Unidos en el siglo XX. (FILMAFFINITY)
27 de octubre de 2013
43 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un somero vistazo a la filmografía de Oliver Stone basta para percatarse de que a este director siempre le han interesado los temas y personajes históricos; "Platoon", "Nacido el 4 de julio", "Salvador", "JFK", "Nixon", "W", o sus más recientes documentales sobre Castro o Chávez, pueden servir de ejemplo para que el espectador avisado anticipe cuál es la visión que el director, en mayor o menor medida, ha venido sosteniendo sobre la más reciente historia estadounidense, que en esta serie de documentales aborda directamente.

De entrada, el título de la misma ya es claramente definitorio. Centrándose en la segunda mitad del siglo XX -pues aparte de dos capítulos introductorios toda la serie se ocupa de los últimos sesenta años- Stone trata de reconstruir una historia desmitificada, o si se quiere a contracorriente, tratando de apartarse de la tendencia general, más triunfalista. En puridad no se puede decir que su perspectiva sea muy novedosa para quien esté familiarizado con las propuestas por los historiadores liberales (empleo aquí liberal en el sentido político que tal término tiene en EEUU, esto es, de izquierdas) recordando poderosamente a la de una obra histórica de referencia, como es "A People's History of the United States" de Howard Zinn. Así, a lo largo de los sucesivos episodios, Stone plantea un análisis de los hechos y procesos históricos marcado por la desconfianza hacia la mayoría del establishment político, que es retratado con poquísimas excepciones (Roosevelt, Wallace, en parte JFK), como un mero brazo ejecutor de los intereses de las grandes compañías norteamericanas.

La postura de Stone siempre queda clara, en tanto en cuanto él es quien selecciona los hechos y procesos a resaltar y también quien ejerce la narración en off, rasgos de subjetividad que no deben criticarse demasiado, toda vez que el director no los enmascara, como sí hacen muchas obras presuntamente objetivas o neutrales. Es particularmente interesante -y en mi opinión bastante atinado- todo lo que se comenta acerca de los comienzos de la Guerra Fría, mostrándose eficazmente cómo se fraguó la desconfianza entre EEUU y la URSS, desconfianza convenientemente alimentada desde algunos sectores políticos y económicos, y que Stone contrasta con la postura de Henry Wallace, una de las escasas figuras históricas que merecen su aprecio. También muy destacables son los capítulos dedicados al Vietnam, tema que desde siempre ha apasionado a Stone, como lo demuestran las películas que ha dedicado al conflicto y al trauma que generó en la sociedad estadounidense.

Se ha criticado que Stone presenta al bloque comunista con excesiva complacencia o tibieza, y que evita resaltar los abusos o atrocidades del mismo; a este respecto, creo que lo que el director intenta es comprender o contextualizar la política y las decisiones del bloque del este bajo una perspectiva más desapasionada. Evidentemente Stalin fue un asesino de masas y un dictador terrible, pero su maldad no basta para explicar la política soviética de posguerra, más aún si contraponemos esa maldad con una supuesta bondad por parte del bloque occidental, que no dudó en pervertir sus principios democráticos en Grecia, o más adelante en múltiples países latinoamericanos. En conjunto, la postura de Stone viene a ser la de un antiimperialista desde dentro del imperio.

Lo que yo si encuentro criticable de la serie es su carácter parcial, pues en realidad nos propone una historia de la política exterior estadounidense, desdeñándose en exceso los cambios internos de la sociedad, que aunque menos atractivos de contar, son los que mayor peso tienen en la evolución de las civilizaciones. Asimismo, los últimos capítulos, dada su actualidad, tienen más de resumen periodístico-político que de análisis histórico, para el que siempre resulta aconsejable cierta distancia.

Formalmente se trata de una obra eficaz y coherente que persigue la fluidez, evitando con tal fin recurrir a entrevistas, los siempre tan temidos "bustos parlantes" (aunque a veces sean recomendables). La recopilación de imágenes de archivo, verdaderamente notable, mezcla a la perfección con una hábil selección de planos y secuencias cinematográficos, que tienen la virtud de subrayar los acontecimientos descritos, al tiempo que suponen una reivindicación del cine como medio para el conocimiento histórico, circunstancia esta que ya por si sola justifica el visionado de la serie.
Quatermain80
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