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España España · sevilla
Voto de moriarty:
9
Drama Blanche, que pertenece a una rancia pero arruinada familia sureña, es una mujer madura y decadente que vive anclada en el pasado. Ciertas circunstancias la obligan a ir a vivir a Nueva Orleáns con su hermana Stella y su cuñado Stanley (Marlon Brando), un hombre rudo y violento. A pesar de su actitud remilgada y arrogante, Blanche oculta un escabroso pasado que la ha conducido al desequilibrio mental. Su inestable conducta provoca ... [+]
21 de marzo de 2013
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Busco un tranvía llamado deseo, con mis ideales trasnochados, hacia un destino que me proteja del desequilibrio que he sufrido por ellos y por la caída brusca en el turbio ambiente de su degradación. Era como una princesa pero expulsada de esa realidad naufragada llego a Nueva Orleans, la bohemia y pobre Nueva Orleans, desde el señorío de las tierras del sur y acudo buscando la ayuda de mi hermana quien vive su propio idilio con la fantasía mediante un amor fatal con un hombre rudo, un mito de la masculinidad que destila morbo y sexualidad pero que no respeta más que su dominio y liderazgo. Y disfrazando mi vulnerabilidad con una pose de señorita y con elevados remilgos no renuncio a mis ambiciones, quiero ayudar a mi hermana, no quiero caer en la irresistible seducción que le hace respirar por los ojos de su marido en un idílico romance, pero todo se debate en una lucha con el primitivo y salvaje deseo, enfrentada a la vulgaridad pero atraída irremediablemente por su fuerza, por el impulso que me hará perder la cordura. Irremediablemente la batalla parecerá perdida pero en la confontación se desencadenará consecuencias por las que ya nada será igual.

Brillante duelo interpretativo entre Vivian Leigh y Marlon Brando, dos gigantes de la interpretación, que aquí rubrican una tensión escenográfica extraordinaria entre dos formas de ser, dos formas de interpretar y de tomar su puesto en el Olimpo mitológico del séptimo arte. La ampulosa y sobreactuada Vivian Leigh bordó la coreografía del desequilibrio emocional, de la distorsión de la realidad, en definitiva de la locura, con mucha clase y con un sello personalísimo que le costaría su propia cordura. Brando dibujó en la mente de toda una generación la imagen de un mito sexual, del macho alpha tan denostado en estos tiempos, del impulso machista arbitrario, de las camisetas sudadas como nadie las ha calzado y que causaron más de un desmallo. A pesar del rol, genial Brando, pero siempre ha sido mi debilidad por su belleza rota a puñetazos, por una categoría a la hora de interpretar que resultaba sublime.

La dirección de Elia Kazan en esta película es de una maestría irreprochable y se acerca a temas tabú de la época sorteando la censura, pues tuvo que insinuar, como lo hizo el autor de la obra Tenesse William, dos sucesos trascendentales del argumento como la violación de Blanche (Vivian Leigh) por su cuñado (Marlon Brando) y la homosexualidad de su antiguo novio, dos circunstancias trascendentes para el desenlace de la película que, sin embargo, quedaron latentes a pesar de ser algo intratable en la cinematografía de mediados del siglo pasado. Muy recomendable a los amantes del Cine con mayúsculas.
moriarty
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