Después de varias cagadas Steven Soderbergh remonta un poco con este thriller irregular pero interesante. La trama se plantea interesante, el inmeso negocio de la farmacología para atender la salud mental también se mueve en un camino sin escrúpulos. Los pacientes son simples conejillos de indias, listas de clientes con los que engordar beneficios de psquiatras y grandes multinacionales, ensayos clínicos y mercados de valores bursátiles mediante. Interesante de partida pero en este contexto se desarrollan substramas que van perdiendo fuelle a lo largo del metraje. Lo que en principio provoca suspense y ansiedad va transformándose en incredulidad y decepción, como esos efectos secundarios indeseados que aparecen con la ingesta de un medicamento que en la película se salen de madre y que, al final, no son nada más que una estudiada ficción.

Soderbergh sufre de altibajos en su carrera como los sufre dentro de la propia película, bien sabrá él todo lo que mueve la locura de las terapias farmacológicas de las que abusa la estresada sociedad moderna pero parece que también debe sufrir de nervios por los resultados y se debe tomar el tranquilizante de creer que las películas deben aligerarse para que se forme un thriller al uso que sea rentable en las taquillas de medio mundo. Su nombre es ya casi una marca, tiene un estilo propio sí pero sus obras flaquean debatiéndose entre la originalidad, el aburrimiento y las soluciones de fácil digestión. Aunque su medicamento tiene contraindicaciones el resultado no deja de ser interesante pero a muy corto plazo. Su última película tampoco solucionará el problema de desear verle en buena forma como estuvo en 'Traffic', por ejemplo, su última benefactora prescipción.

En cuanto a los actores Jude Law está bastante bien, aunque ya no se si es porque es un actor que me gusta o porque realmente hace un buen papel. Rooney Mara también destaca y eso es seguro porque a ésta la conozco menos, pero lo de Catherine Zeta-Jones ya es punto aparte, últimamente me decepciona bastante, no sé, me tendré que tomar una píldora para emocionarme más con su trabajo y con la película en general, a lo mejor es que estoy bajo de ánimos...