Película para dormirse después de comer. No ocurre absolutamente nada de interés… sólo reflexiones y más reflexiones y más reflexiones sobre el amor y el desamor con infidelidades incluidas. Por qué tenemos que subvencionar estos bodrios? Que se lo paguen ellos. Y que conste que la vi en un viaje de AVE porque no tenia nada mejor que hacer. Conclusión: el tiempo es oro y os aconsejo que no lo perdáis viendo esto. Son muchas oportunidades las que ya le he dado en los últimos años al cine español y no me llevo más que desengaños, con películas muy politizadas y con tintes muy progres. Ya estoy harto. Gracias.