Estamos ante una de las mayores películas que se han hecho en los últimos 20 años sin duda alguna. ¿Alguien duda de que no se pueda hacer una gran película sin grandes efectos especiales? ¿y sin un gran guion? Este es uno de los mayores ejemplos que te puedes encontrar en este mundo; un Tom Hanks que se come la pantalla con un repertorio de gestos al más puro estilo De Niro y con una portentosa actuación enfrentándose el solo a numerosos contratiempos al quedarse solo en una isla a causa de un accidente de avión.
Hay es donde Tom te muestra lo difícil que es hacer cosas que en la vida cotidiana son sencillas (la escena del mechero cuando regresa) como hacer fuego, situaciones que allí se tornan muy complicadas y necesita de todo su ingenio para ir arreglándoselas.
Solo en la isla se refugia en la cara pintada con sangre en un balón de vóley al cual le llama Wilson y que acaba siendo su mejor amigo. En otra película esta situación resultaría ignorada pero Tom consigue que acabes queriéndolo como el.
Sin más música que la del mar, estamos ante una genialidad del cine con un montón de situaciones antológicas que no voy a narrar para que el que quiera verla disfrute de ella sin ningún tipo de pistas.
Termino diciendo que el final es un gran colofón a esta obra maestra; de obligatorio visionado para los amantes del cine autentico, de este que ya nos llega cada vez con cuentagotas.
Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiillllllllllssssssssssssoooooooooooooonnnnnnnnn.