Definitivamente, González Iñárritu, nos cautiva, nos enfada, nos hace llorar, nos hace reír, nos hace darnos cuenta, que un drama cinematográfico no es una película plana y sin sabor, es una conjunción de elementos que logren desbordar nuestras emociones.
Pero no se queda allí la película, pues nos ofrece un conjunto de acontecimientos que se entrecruzan en un punto específico.
Es más que una película, es una obra de arte hecha cine.
En cuanto a las actuaciones decimos que son excelentes, más aún debo decir que Gael García Bernal, lució más impecable que nunca, pues nos demuestra su versatilidad, su credibilidad y su magnífico manejo de las escenas.
Obligatorio verla... al igual que su homónima de González Iñárritu 21 Grams... Dos joyas del cine.