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España España · Barcelona
Voto de did79:
9
Drama Francia, siglo XVIII. La perversa y fascinante marquesa de Merteuil (Glenn Close) planea vengarse de su último amante con la ayuda de su viejo amigo el Vizconde de Valmont (John Malkovich), un seductor tan amoral y depravado como ella. Una virtuosa mujer casada, Madame de Tourvel (Michelle Pfeiffer), de la que Valmont se enamora, se verá involucrada en las insidiosas maquinaciones de la marquesa. (FILMAFFINITY)
20 de diciembre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en una de las grandes obras de la literatura francesa del siglo XVIII, "Les Liaisons dangereuses de Pierre de Choderlos de Laclos, el director Stephen Fears recrea con exquisita eficacia una época famosa por las intrigas palaciegas. En un período donde primaba lo superficial, la ostentación y el poder, es comprensible que la lucha entre los representantes de la aristocracia francesa por conseguir el beneplácito de los poderosos, apoyos interesados e incluso matrimonios concertados, desencadenara en un juego de manipulaciones, maquinaciones y vengazas.

La película, al igual que la obra, toma como protagonistas a la Marquesa Merteuil (clara referencia a Madam de Mountreil, suegra del archiconocido Marqués de Sade) y el vizconde de Valmont (libertino, al igual que el Divino Marqués). Entre ambos se establece una especie de juego de seducción en el que implicar a terceros no supone el mayor remordimiento, sacudiendo así los cimientos de esa clase en apareciencia puritana, a la que quieren derrocar con sus devaneos de alcoba (el corromper en la mayor medida posible a todo ser virginal que se cruce en su camino, como los personajes que interpretan Michelle Pfeiffer o el Uma Thurman).

Otroras amantes, una apuesta entre ambos desencadenará un conflicto con fatales consecuencias. Ese cínico y perverso juego se vuelve en su contra en el momento que los cimientos de su relación empiezan a tambalearse. Cuando el vizconde, interpretado por un lascivo John Malkovich, empieza a perder el control sobre sus acciones, aflora el rencor de la Marquesa hacia una relación pasada, prolongada hasta el presente mutando en una bizarra lucha de egos (representativo de ello es la escena en el que vizconde le narra los pormenores de su conquista sobre Madame de Tourvel, donde ella empieza percibir un cambio en su actitud, percatándose de que esas palabras esconden algo más profundo).

La lucha entre ambos es decarada una vez la recompensa establecida, que no es más que la sumisión de uno ante el otro, no se hace efectiva. Ella, recelosa de saberse perdedora de algo que hasta entonces le había pertenecido, él, incapaz de asumir su capacidad de sentir más allá de la manipulación. No dispuestos a la renuncia, ese duelo termina con sendos sacrificios, uno de forma trágica, arrastrando con él a la pobre víctima, y el otro social, donde la máscara hasta entonces construida por el personaje dejará paso a una realidad cruel.

Si la película fascina, y no sólo por su enrevesada trama, es por un gran elenco actoral, que se mimetiza con los personajes (ya no podemos imaginárnoslos con otros rostos). Destacando por encima de ellos una todoterreno Genn Close, capaz de mostrar con una solo mirada todo lo subyacente que hay en su personaje y convirtiéndose en la villana por excelencia del siglo XVIII. De obligado visionado solo por ver los matices de su interpretación.

Lo mejor; Glenn Close, Glenn Close y Glenn Close.

Lo peor; La rapidez con la que suceden ciertos hechos.
did79
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