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España España · Barcelona
Voto de did79:
4
Terror Michael Myers, un psicópata que mató a dieciséis personas, acabó siendo capturado por su propio médico, el doctor Lomis. Tras pasar diez años encarcelado en una prisión de máxima seguridad, Myers es trasladado, en estado catatónico, al Instituto Mental de Richmond. Pero inexplicablemente se vuelve a escapar con el fin de asesinar a su único familiar vivo, su sobrina Jamie Lloyd. De nuevo el doctor Lomis intentará atraparlo. (FILMAFFINITY) [+]
19 de marzo de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la decepción mayúscula que supuso su tercera entrega, no por su calidad, que la tiene, sino por prescindir de la estrella indiscutible de la saga, Michael Myers. Ese estupor generado ante el desconcierto del aficionado, se tradujo en un estrepitoso fracaso en taquilla (por suerte el tiempo ha colocado el film en el lugar que se merece, como película de culto). Por ello, sus responsables optaron por volver a revivir al famoso asesino y encarrilar nuevamente las futuras películas entorno a su figura. Y con ello, empezó el declive.

Si uno se toma la molestia de revisar los extras de las diferentes ediciones domésticas, sabrá del desastre que aconteció durante el rodaje de la misma, con despidos varios, problemas con algo tan esencial como es la máscara, o exigencias por parte de los productores.El problema es que todo eso acaba reflejado en pantalla.

La intención de volver a los orígenes de la saga, emulando el tono de Carpenter y ofrecer un slasher digno que se elevara por encima de la media, queda diluida en las idas y venidas del equipo técnico. Desde la misma gestación del guión, con la incursión del consabido elemento infantil/familiar, hasta la pobre realización del director, y llegando a un Myers menos terrorífico de lo esperado hacen, de esta secuela, un fracaso absoluto.

Si es verdad que, con el paso del tiempo, y jugando al juego de la nostalgia facilona, la película gana en esos terrenos, sobretodo por la presencia de Donald Pleasance, intentando dar dignidad a tal despropósito. Pero, si analizamos el film como tal, éste carece de la tensión de la primera parte, ni por asomo llega a los niveles de la deudora del slasher más sangriento, como es la segunda, ni aporta originalidad como la tercera.

Estamos a finales de los ochenta, el público ya estaba más que acostumbrado a la hemoglobina facilona y a todo tipo de sobresaltos. Entonces, ¿por qué ofrecer una secuela tan descafeinada que no aporta nada destacable, resultando por momentos aburrida e iniciando la progresiva destrucción de la saga? (suerte que Kevin Williamson aportaría algo de decoro a la saga a finales de los 90).

Lo mejor; Siempre es gratificante volver a ver a Myers empuñando un descomunal cuchillo, aunque tenga el aspecto trasnochado que presenta en el film.

Lo peor; Danielle Harris y sus pucheros. Si al menos hubiera alguna gota de sangre para salvar al conjunto...
did79
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