Podrán hablar, podrán opinar, podrán criticarla...pero lo cierto es que, cada vez que la emiten en televisión, suben las audiencias como la espuma. SIEMPRE funciona, una nunca se cansa de verla, nunca resulta demasiado pasada ni demasiado manoseada por la industria cinematográfica...simplemente porque rompió moldes, porque dejó a un lado la imagen de la cenicienta virginal y sometida a su príncipe azul. Me hace gracia leer críticas negativas hacia la película alegando que deteriora la imagen de la mujer...me pregunto si la opinión sería la misma si hablásemos de alguno de los cuentos que nos hemos tragado de Disney, algunos de los cuales dan una imagen de sometimiento y ñoñería de la mujer y dan a entender que la máxima aspiración de una mujer ha de ser encontrar al príncipe azul de su vida...por supuesto, esperándolo (porque ella no puede dar el primer paso, ni de coña). Creo que jamás se me borrará de la mente la secuencia en la que Blancanieves limpia la casa de los enanitos para que todo esté listo al volver de trabajar...Eso nos dejaba en muy buen lugar a las mujeres sí. Sin embargo, resulta insultante que una mujer coja las riendas de su vida y decida hacer con su cuerpo lo que le apetezca. Y también resulta insultante que, en ese periplo, encuentre al amor de su vida. Vaya por Dios!, eso sí es insultante hombre!. Y no que las mujeres sigamos cobrando menos que los hombres por hacer el mismo trabajo; o que se nos considere unas putas (pero putas de las de verdad, de las que no cobran) sólo por haber estado con varios hombres. Críticas negativas de esta películas las podría haber esperado de los años noventa, cuando se estrenó la película, pero no en pleno siglo XXI. Por favor, no seamos demagogos y no apliquemos la doble vara de medir, como siempre.
Rompió esquemas en su momento, fue un taquillazo, lanzó al estrellato a sus dos protagonistas y veinte años después nadie es capaz de olvidar esta película. Creo que sólo eso es suficiente para otorgarle el nueve...y si no le adjudico el diez es porque no creo que exista la película perfecta, pero ganas no me faltan. Los méritos los tiene.