Lock & Stock de Guy Ritchie es un thriller y una comedia negra considerada por muchos como una película de culto. Dirigida con un ritmo desenfrenado y con el estilo característico del director que posteriormente utilizó en Snatch. Cerdos y diamantes, es una obra atractiva y muy entretenida para el público amante del género, ya que cautiva en su singular trama que va calentándose a medida que avanza el film hasta llegar a un final digno de elogio que no dejará a nadie indiferente. Realizada de modo portentoso tiene un resultado eclipsante que gustará a todos los públicos amantes de las cintas incitadoras.
La fotografía es desconcertante y original en una soberbia labor que es evocadora y excelente en definición, mostrando imágenes impactantes y vistosas que completan una sugerente tarea. La música es rítmica y variada con canciones de rock que estimulan y arrollan en un sobresaliente trabajo que acompaña todo el film. Los planos y movimientos de cámara consuma un magnífico trabajo técnico informal mediante el uso de la cámara en mano, seguimiento, steadycam, subjetivo, plano-contraplano, avanti brusco, rotación y cámara acelerada y pausada que es estéticamente apropiado para el film.
Las actuaciones son auténticas e irresistibles. Como protagonistas Nick Moran, Jason Flemyng, Jason Statham y Dexter Fletcher están remarcables, siendo notables y con carácter los acompañamientos de Steven MacKintosh, Frank Harper, Lenny McLean, Vinnie Jones, Sting y P.H. Moriarty. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes a cada personaje en una bien elaborada tarea que, junto con los pertinentes decorados, te transportan in situ.
El guion, escrito por el director, es inusitado y algo lioso por ser muy imaginativo y estar bien llevado en una absorbente labor llena de acción y con un entramado provocador en su delincuencia, concluyendo con ello uno de los más sorprendentes trabajos del director que acapara notablemente la total atención del espectador con una apasionante tarea digna de elogio. Esto se lleva a cabo con una narrativa rápida y vulgar bastante utilizada por el director en otros films y al principio y al final una voz en off tartamuda y jocosa que explica cómo se enredan y desenredan los problemas de los jóvenes y osados protagonistas. Cabe destacar también, el montaje creativo e innovador que gusta ver por su particular desarrollo del film y por enlazar distintas historias que al surgir en un principio no tenían explicación.
En conclusión, la considero una obra magnética y admirable del director, ya que mantiene en vilo al público con humor, acción y una trama embrollada en sus diversas historias entrelazadas entre sí por múltiples y casuales situaciones, cumpliendo con un trabajo estupendo que no dejará a nadie indiferente. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y diálogos que vuelven a Lock & Stock, un film brillante en lo que se propone y con una definición deslumbrante en varios sentidos que cautivará a toda clase de cinéfilos.