Aguirre, la cólera de Dios de Werner Herzog es un drama de aventuras basado en el siglo XVI sobre una expedición española que parte en busca del dorado a través de la selva y sufre cantidad de contratiempos en su viaje. Dirigida con un ritmo gradual y con un estilo personal y distinto que es característico del director al querer ofrecer algo nuevo, es una obra innovadora para su momento por exponer con mucho dramatismo y verosimilitud la expedición española, transportando al espectador al momento y lugar para hacerle sentir los problemas e injusticias que cometían los españoles en su conquista y forzada cristianización de la América colonial, concluyendo un film particular y provocador que gustará a todos aquellos que se propongan conocer un cine distinto.
La fotografía muestra la naturaleza en imágenes sensacionales y alusivas que te transportan al lugar y momento en cuestión en un cautivador trabajo que es portentoso y estéticamente inspirador. La música es hipnótica y profunda en la mayoría del film, gracias a unos sonidos bellos y penetrantes que añaden atractivo y estímulo a una película de lo más turbadora. Los planos y movimientos de cámara consuman un informal y apropiado trabajo técnico a través del uso de los subjetivos, cámara en mano continua, primeros y primerísimos planos, panorámicos, reconocimiento, generales y detalles bien elaborados tanto para la acción como para las interpretaciones, añadiendo dramatismo y realidad a la cinta.
Las actuaciones son impetuosas e implacables. Como protagonistas Klaus Kinski está señalado como hombre irascible y enérgico y Helena Rojo está fría y calculadora en su personaje, siendo acertados los acompañamientos de Del Negro, Ruy Guerra y Peter Berling entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones alusivos a cada personaje y la época en un estupendo trabajo técnico que junto con los oportunos decorados te transportan in situ. Cabe destacar también, unos efectos visuales enardecedores de las explosiones y la violencia en determinadas escenas.
El guion, escrito por el mismo director, es dramático y simula ser muy realista al mostrar las aventuras de expediciones españolas en América, exhibiendo el maltrato a los indígenas y las diferencias entre los mismos españoles en sus creencias y liderazgos que son el principal atractivo del film. Además por supuesto, del difícil carácter del personaje de Klaus Kinski. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa que es afable y anecdótica en un lenguaje antiguo y respetuoso por un lado y otro insidioso y expresivo que deja bien clara la actitud de cada uno de los personajes.
Para finalizar, la considero una obra diferente que en cierto modo parece emular a un documental, solo que tiene unas expresivas interpretaciones que son el verdadero fuerte del film junto con el trabajo técnico, concluyendo uno de esos films que tiene tantos seguidores como detractores según lo que estos busquen en una película. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, efectos, planos, movimientos de cámara y narrativa que hacen de Aguirre, la cólera de Dios, un film digno de descubrir para al menos saber si serás un seguidor más o un detractor del film y su estilo.