Orígenes de Mike Cahill es un drama de ciencia ficción y cine independiente norteamericano, basado en unos estudiantes de biología molecular que con el paso de los años descubren algo que podría cambiar nuestro modo de concebir el origen de nuestra existencia. Dirigida con un ritmo enrarecido y con un estilo renovador que ofrece algo distinto, es una obra incitadora por mostrar dentro de la parte científica explicaciones religiosas, haciendo sentir a los científicos como dioses que juegan a cambiar las cosas y atrapan con ello al público con esta idea, ofreciendo por tanto algo sustancioso e interesante que gustará a todos aquellos amantes de la ciencia ficción.
La fotografía es original y alusiva en imágenes de fotos para situar al público en la vida del protagonista, haciendo del resto gran uso de los claroscuros y exponiendo en determinadas escenas unas imágenes impactantes para desconcertar al público. La música es hipnótica y penetrante en sus sonidos estimulantes que llegan al espectador con profundidad, añadiendo intriga y enigma al film con sus hermosas melodías. Los planos y movimientos de cámara consuman un informal trabajo técnico mediante el uso de la cámara en mano, primeros y primerísimos planos, seguimiento, avanti, steadycam y subjetivos que sacan lo mejor de la trama y las interpretaciones.
Las actuaciones son cualificadas y naturales. Como protagonistas Michael Pitt trabaja con profundidad psicológica, Brit Marling está aceptable en su papel y Astrid Bergés-Frisbey está sensual y sensible en su tarea, siendo buenos los acompañamientos de Steven Yeun, Archie Panjabi y Kashish entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios alusivos a cada personaje según su profesión, en un correcto trabajo que junto con los oportunos decorados te transportan eficazmente, pero sin llegar a ser una labor destacable.
El guion, escrito por el director, es interesante y va mejorando poco a poco a medida que avanza el film, acaparando la atención del público con eficacia y estilo para ser un film de cine independiente, ya que guarda en su interior algunos detalles efectistas que no pasan desapercibidos. Pero desde luego, lo más excitante del film es la lucha de opiniones entre lo científico y lo religioso a lo largo de todo el film para dividir al espectador según su forma de pensar. Esto se lleva a cabo con una narrativa profunda y en ocasiones misteriosa para añadir más interés al film.
En conclusión, la considero una obra incitadora en lo que se propone y notable en su categoría, capaz de atrapar a muchos cinéfilos y amantes del cine independiente y la ciencia ficción, ya que su duelo ciencia-religión no deja a nadie indiferente en sus comparativas a lo largo del film. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos y narrativa que hacen de Orígenes, un film digno de visión aún dentro de sus rarezas para los que busquen un cine diferente.