La teoría del todo de James Marsh es un drama biográfico basado en la vida de Stephen Hawking desde la universidad hasta prácticamente la actualidad, centrándose tanto en el avance de su enfermedad como en sus deducciones científicas. Dirigida con un ritmo pausado y con un estilo profundo y verosímil al plasmar fielmente la vida del científico, es una obra emotiva al hacer al público partícipe de la enfermedad de Stephen Hawking, pero también penetrante al mostrar cómo a pesar de todo sigue investigando y descubriendo nuevas teorías, concluyendo un digno biopic que gustará a todos los amantes de los dramas basados en hechos reales.
La fotografía es evocadora y competente al estar bien trabajada en detalles que son estéticamente acertados y transportan eficazmente al espectador a cada una de las épocas mostradas. La música es intrigante y estimula al público con variados sonidos que van de hipnóticos y emotivos por un lado a inquietantes por otro en un gran acompañamiento musical según la acción. Los planos y movimientos de cámara consuman un correcto trabajo técnico mediante el uso de los planos-contraplanos, primeros y primerísimos planos, seguimiento, subjetivos, detalles y cámara en mano que muestran fielmente la impotencia del protagonista en el avance de su enfermedad.
Las actuaciones son admirables y desde luego destacables. Como protagonistas Eddie Redmayne hila una enorme y creíble interpretación y Felicity Jones está profunda y muy natural en su personaje, siendo convincentes los acompañamientos de Charlie Cox, David Thewlis, Emily Watson y Simon McBurney entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones alusivos y elegantes que marcan claramente la época y lugar en cuestión, al igual que los pertinentes decorados que te transportan in situ.
El guion, escrito por Anthony McCarten y basado en el libro de Jane Hawking, plasma la vida de Stephen Hawking tanto profesional como personalmente, sin paños calientes ni florituras, sino los hechos tal cual son para situar al espectador alrededor de uno de los mayores genios de la actualidad, concluyendo así, un digno film que es de los mejores del año pero sin deslumbrar a nadie en su visionado. Esto se lleva a cabo con una narrativa sugestiva al avance de la enfermedad del protagonista, siendo profunda y pesimista y a ratos enigmática en sus deducciones científicas. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que exprime en 2 horas la vida del físico desde la universidad hasta muchos años después.
En conclusión, la considero un biopic notable al ser una de las películas más destacables del año que no defraudará a nadie en su visionado, ya que en su interior encontrarán todos los componentes necesarios para atrapar y hacer partícipe al espectador de la vida de Stephen Hawking. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, vestuarios, decorados y narrativa que vuelven a La teoría del todo, en un film realista y penetrante para toda clase de públicos.