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Voto de Elcinederamon:
9
Drama. Fantástico Japón, siglo XVI. Durante la guerra civil, los aldeanos Genjuro y Tobei pretenden hacer fortuna: Genjuro como alfarero y Tobei como samurai. Ambos dejan a sus esposas abandonadas para cumplir con sus ambiciosos sueños. La misteriosa Lady Wakasa, otra víctima de la guerra, se cruzará en el camino de Genjuro. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuentos de la luna pálida de agosto de Kenji Mizoguchi es un drama basado en Japón en el siglo XVI. Dirigida con un ritmo solemne y con el estilo artesanal clásico japonés que tiene el típico mensaje de lección moral en su interior, es una obra bella por exhibir los principales defectos del hombre, en este caso la vanidad para hacer hincapié en el mensaje a aquellos que no saben valorar lo que tienen de verdad en lo terrenal y que, una vez se aproximan a sus sueños, abandonan todo aquello que ha permanecido fiel a su lado todo el tiempo, concluyendo un film digno de elogio que debe ser descubierto por todos los amantes del cine clásico japonés. Realizada de forma maravillosa tiene un resultado provocador que no dejará a nadie indiferente.
La fotografía en blanco y negro es alusiva al Japón feudal de los samuráis, con toques oscuros pero hermosos que están cuidados en detalles meteorológicos y rematan un excelente y estéticamente inspirador trabajo visual. La música autóctona y característica de la época y el lugar acompañan con melodías deleitosas la trama, dando confort o emotividad según es requerido por la acción. Los planos y movimientos de cámara consuman un buen trabajo técnico mediante el uso de los generales, seguimiento, avanti, grúas y reconocimiento rápidos y cámara en mano en la acción y majestuosos en el resto.
Las actuaciones son acertadas y admirables. Como protagonistas Masayuki Mori trabaja con carácter y Eitaro Ozawa apropiado en su inocencia y vanidad, siendo verosímiles las interpretaciones de Machiko Kyo, Mitsuko Mito y Kinuyo Tanaka, cada una brillante en su labor. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones evocadores a la época y persona ya sean samuráis, mercaderes o gente común, al igual que los humildes decorados que te transportan in situ.
El guion, escrito por Matsutarô Kawaguchi y Yoshikata Yoda, es hermoso en su mensaje interior que expone como dos hombres buscan el sueño prohibido y una vez lo encuentran, se olvidan de su amor y obligaciones terrenales, absorbiendo con ello al público amante de los dramas japoneses con mucho oficio y dando al final una lección de humildad y honor que no es pagada con dinero, sino con una buena conducta moral. Esto se lleva a cabo con una narrativa enérgica y sugestiva, además de antigua, que es cordial y efusiva en ocasiones, utilizando también al final una narrativa con voz en off lejana y sombría para despedir el film.
Concluyendo, la considero una obra inmortal e indispensable en la filmografía del director, por mostrar el verdadero camino a una persona que busca el sueño prohibido y una vez lo encuentra su vanidad le hace olvidar lo que verdaderamente es importante en la vida, concluyendo un film hermoso y digno de elogio. Muy recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de Cuentos de la luna pálida de agosto, uno de esos films a tener en cuenta en el cine japonés de autor, que sobrevive eficazmente por su mensaje y calidad cinematográfica el paso del tiempo.
Elcinederamon
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