Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen, es una comedia romántica basada en dos bellas jóvenes americanas, que viajan a Barcelona para pasar las vacaciones de verano. Dirigida con un ritmo gradual y moderado, y algo alejada del estilo más característico del director en cuanto a humor, se centra más en los líos amorosos, siendo por tanto eficiente y apasionante en este sentido. Realizada de manera irresistible y provocadora, tiene un resultado lúcido y admirable que gusta ver y hace disfrutar.
La fotografía, es lumínica y evocadora de los lugares visitados, por tener imágenes llenas de detalles espléndidos e inspiradores que cautivan al público, dando confort y belleza a su visionado. La música, es sugerente y alusiva al lugar, con canciones folklóricas y llamativas que hacen honor al gusto exquisito y apropiado de Allen para el acompañamiento del film, siendo en definitiva sonidos hermosos y exquisitos. Y los planos y movimientos de cámara, usa con acierto el reconocimiento, seguimiento, barrido y generales elaborados de modo artístico, resaltando la belleza de las ciudades visitadas, dando sensación de turismo.
Las actuaciones, son notables y remarcables. Con Javier Bardem bohemio y conquistador, Scarlett Johansson sensual y seductora, Rebecca Hall sentida y susceptible y Penélope Cruz persuasiva e inestable psicológicamente. Con oportunos acompañamientos de Patricia Clarkson, Kevin Dunn, Chris Messina y Carrie Preston. Empleando para ellos, unos vestuarios y caracterizaciones estilosos y naturales, pero elaborados con informalidad y acierto, y unos decorados hermosos, que junto con la arquitectura del lugar, someten al público al inevitable encanto de determinados rincones españoles, que no pasan en absoluto desapercibidos.
El guion, escrito por el mismo director, es profundo e insinuante, por tener toques embrollados y agradables, que apasionan por su atractivo y por jugar con un morbo comprometedor basado en los enredos amorosos, de personas consideradas libres y despreocupadas de obligaciones y ataduras. El cual, es llevado a cabo con una narrativa con voz en off afable, que es explicativa y académica en su modo de relatar la historia con un dialecto intachable y sencillo. Y unos diálogos pertinentes, que dejan claro la personalidad de todos los personajes, con sus virtudes y defectos.
En conclusión, aunque no sea de las cintas imprescindibles de Allen, guarda una magia atrayente en su interior basada en las relaciones románticas entre distintas personas con mucha naturalidad, creando a su alrededor una atmósfera bohemia que cautiva su visionado. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música y narrativa que vuelven a Vicky Cristina Barcelona, en un film incitador y encantador que merece la pena ser visto, aun sin ser de los films indispensables del director.