Annabelle de John R. Leonetti es una obra de terror basado en lo sobrenatural que es un spin-off de Expediente Warren. Dirigida con un ritmo reposado y con un estilo provocador en el terror, es una cinta que tiene buen toque dentro del género y atrapa eficazmente al público desde el comienzo del film, ya que contiene el típico miedo del sobresalto que acapara la trama en diversos momentos. Realizada de modo implacable tiene un resultado incitador que gusta a los seguidores del género y al público en general, aunque eso sí, sin mucho brillo y sin ofrecer nada nuevo dentro de su categoría de terror.
La fotografía es impactante en ciertas escenas que desconciertan al público, estimulándolo con imágenes recónditas que son idóneas para la trama y añaden misterio al film. La música es intensa y perturbadora en los momentos clave, inquietando notablemente con sonidos excitantes que hacen sentir la constante amenaza al público. Los planos y movimientos de cámara completan una notable labor que alarma al espectador a través del uso del detalle, reconocimiento, subjetivos, cámara en mano y seguimiento rápidos en la acción que sacan lo mejor del film.
Las actuaciones son correctas y eficientes. Como protagonistas Annabelle Wallis está emotiva y sensible en su labor y Ward Horton verosímil en su tarea, siendo creíbles los acompañamientos de Alfre Woodard, Eric Ladin, Gabriel Bateman y Paige Diaz entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos a la época en cuestión con ropas comunes. Merece la pena señalar los efectos visuales que son sobrecogedores y asombrosos, añadiendo terror extra al film.
El guion, escrito por Gary Dauberman, es absorbente y tenebroso al basarse en la muñeca que tanto desconcertó al público en Expediente Warren, estremeciendo al espectador tanto con terror psicológico como de sobresalto, siendo en definitiva espeluznante por momentos aunque eso sí, no aporta nada nuevo a su categoría. Esto se lleva a cabo con una narrativa enigmática que da intriga con mucha expresividad, y que es oculta y profunda a la hora de calar en el público.
En definitiva, la considero una obra cumplidora en el género actual, dando miedo durante parte del film sin acostumbrarte a él, pero que sin embargo no dura todo el rato y además al final se desinfla un poco la historia. Pero en definitiva es bastante satisfactoria y hace un digno spin-off sobre la exitosa y mencionada película de terror de James Wan. Recomendable por su dirección, guion, música, efectos, movimientos de cámara, caracterizaciones y narrativa que vuelven a Annabelle, un buen film de terror que gusta tanto a los seguidores del género como al público en general.