Algo pasa con Mary (1998) de los hermanos Peter y Robert Farrely es una comedia romántica. Dirigida con un ritmo vigoroso y con el estilo característico y jocoso de los hermanos Farrely, es una obra que sobrevive eficazmente el paso del tiempo y que cautiva a todos en su visionado, completando una comedia estupenda y digna de elogio. Realizada de manera lúcida tiene un resultado magistral e hilarante que merece la pena ser visto y que guarda en su interior algunas escenas para el recuerdo.
La fotografía es lumínica y con gran colorido, mostrando con gran vistosidad imágenes idóneas al ser estéticamente divertidas y confeccionadas para el más puro humor. La música es variada y tiene sonidos estimulantes que encantan al espectador gracias a unas canciones hilarantes que explican el estado anímico del protagonista. Los planos y movimientos de cámara consuman un oportuno trabajo técnico mediante el uso de los primeros planos, detalles, avanti, seguimiento, subjetivos y travellings que sacan lo mejor de una historia de lo más divertida.
Las actuaciones son genuinas. Como protagonistas Cameron Díaz está seductora y repleta de buen rollo, Ben Stiller hila una interpretación estupenda en la que todo le ocurre y son buenos los acompañamiento de Matt Dillon, Chris Elliott y Lee Evans entre muchos otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios alusivos a las distintas épocas narradas y muy ocurrentes en un fantástico trabajo que cumple de sobra con su cometido.
El guion, escrito por los directores junto con Ed Decter y John J. Strauss, es cómico de principio a fin, sucediéndose las escenas graciosas una tras otra en un disparatado trabajo que roza la incoherencia pero que, arrolla a todos los públicos gracias a un humor basado en las desdichas del protagonista que no obstante sigue su camino con la intención de recuperar al amor que en realidad nunca tuvo. Para esto se usan unos diálogos ingeniosos y burlones que satiriza llevando el amor por bandera cuando en realidad lo que muestra es el egoísmo y las malas prácticas que son capaces de mostrar los protagonistas por tal de conquistar el preciado corazón de Mary.
En definitiva, la considero una obra imprescindible e inolvidable del género comedia de los años 90, al tener escenas que no pasan de moda y quedan en la retina del público que recuerda con una sonrisa en la boca algunas de ellas al volver a verla o comentarla con sus amigos. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, música, vestuarios y diálogos que hacen de Algo pasa con Mary, una de esas películas que encantará a toda la familia y que les hará reír hasta más no poder.