La Roca (1996) de Michael Bay es una cinta de acción sobre un grupo de mercenarios que secuestran alcatraz con rehenes para pedir un rescate al gobierno. Dirigida con un ritmo vibrante y con un estilo sorprendente que toma la acción como base, es una obra maravillosa que sobrevive notablemente el paso del tiempo en uno de las mejores cintas de acción de los 90. Realizada de manera lúcida tiene un resultado irresistible que cautiva a los seguidores del género.
La fotografía es espectacular en sus múltiples imágenes llenas de violencia que impactan en las escenas de acción en un trabajo emocionante. La música es excitante gracias a unos sonidos alentadores que acompañan el film en todo momento, dando ritmo y alarmando al público al antojo de los músicos Hans Zimmer y Nick Glennie-Smith. Los planos y movimientos de cámara completan una enorme labor que engrandece la acción a través del uso del avanti, reconocimiento, panorámicos, seguimiento, travelling, rotación, grúas, ascendente y descendente que dan rapidez al film. Destaca también unos efectos visuales y de sonido asombrosos y escalofriantes que exaltan la violencia.
Las actuaciones son arrolladoras. Nicolas Cage está cumplidor en su labor, Sean Connery genuino en un trabajo deslumbrante y Ed Harris reluciente y con carácter, siendo convincentes los acompañamientos de Michael Biehn, William Forsythe, John Spencer, David Morse e incluso un breve papel de James Caviezel. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones impolutos y evocadores de militares en una notable tarea muy conseguida. Cabe acentuar también un montaje lineal y seguido que aprovecha al máximo las dos horas de duración del film.
En definitiva, la considero una de las obras de acción imprescindible de los 90, por ser emocionante y entretenida de principio a fin y por tener en su interior una historia arrebatadora que hace mella en el público y la vuelven inolvidable. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y diálogos que convierten a La Roca, en uno de esos films que puedes ver sin problema varias veces sin perder ni un ápice de su grandeza.