Perdida de David Fincher es un thriller de intriga sobre una desaparición intachable y bien trabajado de principio a fin. Dirigida con un ritmo pausado y con el estilo intrigante y personal de los thriller de intriga del director, es una obra que atrapa desde que empieza al espectador, creando gran interés por mostrar un entramado que va de menos y más y tiene algunos giros inesperados que dejan el listón otra vez muy alto en la filmografía de Fincher. Realizada de manera incitadora tiene un resultado soberbio que es merecedor de elogio y la colocan como una de las obras principales del año.
La fotografía es oscura y muestra unas imágenes misteriosas que desconciertan al público con gran habilidad en un trabajo repleto de detalles idóneos para la historia. La música es hipnótica y por momentos inquietante en un acompañamiento musical que añade más intriga si cabe con sonidos rítmicos e intensos que turban el visionado. Los planos y movimientos de cámara completan un estupendo trabajo técnico que saca lo mejor del film mediante el uso del avanti, retroceso, seguimiento, reconocimiento, detalles, subjetivos y tercera persona.
Las actuaciones son auténticas y profundas. Como protagonistas Ben Affleck trabaja con aparente oscuridad psicológica y Rosamund Pike está fría e impasible en una interpretación que será recordada por muchos años, siendo notables los acompañamientos de Neil Patrick Harris, Tyler Perry, Kim Dickens y Patrick Fugit entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios elegantes o informales en una variada labor según el personaje y unas caracterizaciones correctas que junto con los decorados, te transportan in situ.
El guion, escrito por Gillian Flynn y adaptado de su propio libro, es como un puzle cuyas piezas va dando el director al público poco a poco, hasta formar un todo que es dividido en dos partes perfectamente diferenciadas. La primera de ellas se basa en la investigación y búsqueda de la desaparecida y la segunda parte pone a cada uno de los personajes sus verdaderas caras en un excepcional trabajo que machaca al público al mostrar la maldad pura y dura. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off por parte de los principales que pone al público en situación, aunque es algo lenta y desde luego insidiosa en sus ocultaciones. Cabe destacar también un original montaje creativo y abstracto que sitúa al espectador en todo momento con el paso de los días.
Concluyendo, la considero una gran obra de Fincher, por sacudir con maquinaciones al espectador e incitarlo durante más de 2 horas con una trama bien construida de principio a fin. En lo que es un ejercicio cinematográfico notable y digno de elogio como tantas otras obras de uno de lo más efectivos directores de la actualidad. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara y narrativa que hacen de Perdida, uno de los films a tener en cuenta del director y del año 2014.