Falso culpable de Alfred Hitchcock, es un drama entretenido e intrigante. Dirigida con un buen ritmo, e impecable en su ejecución como no podía ser menos, tiene tintes de ser algo más que una cinta interesante, dejando con dudas al espectador hasta el último momento.
Las actuaciones, sobresalientes. Hitchcock sabe sacar lo mejor de ellas, aunque en esta ocasión, la parte interpretativa de Henry Fonda fuera innecesaria tal virtud del director, ya que sin duda es brillante, psicológicamente acertado, y convincente en todo lo que hace.
También tiene al principio una narrativa del genial director, explicando la trama con voz enigmática y lejana, creando incertidumbre al espectador. La cual, por supuesto, consigue ayudado como siempre por una fotografía competente y estéticamente trabajada al detalle.
Los planos y movimientos de cámara, son admirables e inteligentes, sacando todo lo mejor de cada toma. Y la música, aunque en esta ocasión no acompaña la acción en todo momento, es claustrofóbica e inquietante, sobre todo en las escenas de impotencia e incertidumbre del protagonista.
Para concluir, mencionar que el guión está basado en hechos reales, y cuyo argumento es provocador y verosímil. Por lo que, en líneas generales, aún sin ser de las mejores de Hitchcock, ni ser de su género de suspense que tanto le caracteriza, es un buen film digno de ver, recomendable para los seguidores del director, y para los amantes de las buenas historias reales, con grandes detalles técnicos y mejores interpretaciones.