Toy Story de John Lasseter, es un film de animación de comedia y aventuras. Llevada a cabo con un ritmo vertiginoso, es la primera de Pixar y una de las mejores, por ser innovadora, sorprendente y admirable en su trabajo, y grandiosa e irresistible en su definición, con el aliciente de ser una obra tanto para niños como para adultos.
La fotografía, es colorida y vistosa en imágenes grandiosas y atractivas por la infinidad de detalles que muestra, totalmente estimulantes y cautivadores para el público. Y la música, es bella y emotiva, con canciones para el recuerdo que llegan de forma efectiva al corazón, y con un mensaje inolvidable. Además, está llena de sonidos confortantes y sensacionales.
Los personajes, son entrañables y cercanos con el dúo increíble de Woody y Buzz Lightyear, que son auténticos y genuinos, además de un sinfín de personajes que quedan detrás de ellos, pero que son igualmente carismáticos y divertidos. Empleando diálogos ingeniosos y ocurrentes, además de chistosos, cómicos y sutiles, que entretienen por su jovialidad.
El guion, es original y único como pocos, con una historia en su interior que conmueve y lleva la amistad y la superación por bandera. Argumentada siempre con tintes jocosos y ocurrentes, y creando una de las mejores zagas de animación que existen, cumpliendo con su cometido de entretener, amenizar y calar, no solo en los más jóvenes, sino en el público en general.
Por lo que, en líneas generales, la considero una de las grandes obras de animación, y no solo de Pixar, sino de todas, por ser inmortal e indispensable, fantástica y magistral, amena y divertida. Que gusta ver con toda la familia, porque su humor, y su historia, tiene en su interior, cantidad de mensajes hasta para el espectador más exigente. Sin lugar a dudas, una cinta encantadora y cautivadora.