Memorias de África de Sydney Pollack, es un drama romántico y de aventuras, basado en hechos reales de principios del siglo XX. Dirigida con un ritmo majestuoso y apropiado para la trama, es una obra íntima y personal, de talla extraordinaria y asombrosa por su belleza natural, realizada de modo apasionante y magistral, y definida de modo excepcional.
La fotografía, es un deleite para la vista, con hermosas imágenes de la naturaleza africana, y partes que parecen un documental, siendo evocadora, y estando llena de detalles magníficos y colores de gran belleza natural de la tierra. Y la música, es grandiosa y majestuosa, con una banda sonora inolvidable y estimulante, que cala en el corazón del espectador y lo cautiva con sonidos tranquilizadores, armoniosos e inspiradores.
Las actuaciones, son brillantes, atractivas y sobresalientes. Con Robert Redford seductor y natural en un papel hecho a su medida, y Meryl Streep auténtica y con personalidad innata en un increíble papel. Siendo también excelentes las interpretaciones de Klaus Maria Brandauer, Michael Kitchen, Malick Bowens y Michael Gough. Empleando para ellos, una narrativa con voz en off de la protagonista con acento, equilibrada y sugerente, además de impoluta y acogedora para el oído del espectador, el cual queda sucumbido a su encanto.
El guion, es apasionante, atractivo y verosímil, al estar basado en hechos reales, y por ser sencillo, romántico y emocionante, y por estar centrado en las relaciones humanas y su entorno, de un modo profundo e inspirador. Con empleo de vestuarios y caracterizaciones bien elaborados según el personaje, elegantes y distinguidos por un lado, y autóctonos y propios de África por el otro, en una gran dirección artística. Y unos planos y movimientos de cámara panorámicos, reconocimiento y travellings sorprendentes, por estar trabajados al detalle en un soberbio trabajo técnico que exalta aún más si cabe, la hermosa fotografía africana con todo el esplendor de su naturaleza.
En conclusión, la considero un regalo para la vista y el oído, inmortal e insustituible, emocionante y romántica, llevada a cabo de un modo sincero y eclipsante. Recomendable por la portentosa dirección, guion adaptado, apasionantes interpretaciones, magnífica fotografía, banda sonora majestuosa, vestuarios y caracterizaciones artísticamente elaborados y narrativa, que la convierten en una de las más sinceras y naturales obras imprescindibles del séptimo arte, con 7 oscars que la avalan por su trabajo.