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Voto de Elcinederamon:
8
Drama Edmund, un niño de doce años, intenta sobrevivir a las duras condiciones de la postguerra alemana, especialmente en Berlín, una ciudad que ha quedado completamente derruida tras la Segunda Guerra Mundial. (FILMAFFINITY)
12 de abril de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alemania, año cero de Roberto Rossellini es un drama de neorrealismo italiano basado en la infancia alemana tras la segunda guerra mundial, mostrando como un niño y su familia intentan sobrevivir a las maldades y precariedades de la posguerra. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo repleto de dramatismo que plasma verazmente la cruda realidad de un país destruido por la guerra, es una obra objetiva y personal que tiene una definición admirable que expone sin paños calientes una dura situación de hambre y miseria que deja al público exhausto y concienciado, concluyendo un film particular que no pretende sorprender con una historia efectista, sino con las cosas tal cual son en un film arrebatador y sincero.
La fotografía en blanco y negro hace gran uso de los claroscuros y evoca al lugar con imágenes conmovedoras por la forzada humildad de los ciudadanos de una ciudad derruida, impactando y dramatizando en algunas escenas en una labor repleta de detalles. La música es inquietante y turbadora en ciertas escenas para mantener al público pegado al asiento, gracias a unas melodías bellas que añaden tristeza solo en determinadas escenas para no apoyar demasiado la trama en sonidos. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran labor que tiene el objetivo de aumentar la emotividad mediante el uso del seguimiento, cámara en mano, reconocimiento, travellings, generales, avanti y retroceso que sacan lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son personales y de lo más acertadas. Cuenta con las interpretaciones de Edmundo Moeschke, Ernst Pittschau, Barbara Hintz y Franz-Otto Drüger entre otros en unas labores que añaden gran profundidad psicológica a la trama para dar mayor precisión al film. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones carentes y pobres que dejan claro la miseria de la posguerra y más aún en la clase baja en una gran labor que junto con los derruidos decorados reales, te transportan hábilmente al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director junto con Carlo Lizzani y Max Colpet y basado en una idea de Basilio Franchina, es verosímil y conmovedor al tratar una triste realidad de un país desolado por la guerra y el hambre, penetrando con pesimismo y desesperanza en el público amante de los dramas basados en contextos históricos reales para quedar fielmente en la retina del espectador con corazón y mucho oficio, concluyendo así uno de esos films de visión obligada para los incondicionales del cine clásico italiano. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa al principio, que pone en conocimiento al público que lo mostrado en el film es verídico y objetivo y que no tiene ánimo de ofender a nadie. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido de corta duración que se ve en un santiamén.
Concluyendo, la considero una obra indispensable e imperecedera no solo en la filmografía del director, sino también en el género que supone un gran testimonio de las calamidades y maldades que tenían que sobrellevar los alemanes tras su rendición incondicional en la segunda guerra mundial, dejando al público con la sensación de haber visto un film arrebatador. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de Alemania, año cero, un film implacable y estremecedor por su gran dosis de extrema realidad.
Elcinederamon
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