Foxcatcher de Bennett Miller es un drama sobre el deporte basado en hechos reales de los años 80 y 90, que cuenta la historia de un medallista olímpico que acepta la oferta de entrenarse en las instalaciones deportivas del rico heredero John Du Pont para las olimpiadas de Seúl de 1988. Dirigida con un ritmo lento y con un estilo personal e íntimo que plasma una historia tan real como triste en su autodestrucción, es una obra excelente que va atrapando poco a poco al público al antojo del director, creando una atmósfera enrarecida en el desarrollo de sus personajes y el entorno histórico que concluye un magnífico film que es de los mejores del año y no dejará a nadie indiferente.
La fotografía es alusiva tanto en sus imágenes de archivo como en sus detalles bien trabajados que transportan al espectador, cumpliendo con un estimulante trabajo que vuelven el film visualmente portentoso. La música es dulce y clásica por un lado e hipnótica y turbadora por otro. Además, solo acompaña el film en los momentos oportunos ya que en la mayoría de la película predominan los silencios. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran labor mediante el uso de los detalles, primeros planos, seguimiento, travellings, plano-contraplanos, panorámicos, reconocimiento, detalles, subjetivos y cámara en mano que sacan lo mejor de las interpretaciones, que son el mayor fuerte del film.
Las actuaciones son soberbias y muy bien trabajadas. Como protagonistas Steve Carell está deslumbrante en la que sin duda y con mucha diferencia es la mejor interpretación de su carrera hasta el momento, Channing Tatum trabaja con acertado hundimiento psicológico y Mark Ruffalo está notable en una gran labor, siendo buenos los acompañamientos de Sienna Miller, Anthony Michael Hall y Vanessa Redgrave entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones alusivos y excelentes para transportarte a la época en cuestión, al igual que los decorados. Cabe destacar también por encima de todo, los asombrosos maquillajes en los protagonistas que los vuelven prácticamente irreconocibles.
El guion, escrito por Dan Futterman, E. Max Frye y Kristin Gore, está basado en hechos reales y va de menos a más exponiendo una trama penetrante en varios aspectos que atrapa al público con mucha profesionalidad, ya que sus personajes y su historia va siendo revelada de modo que se toma su tiempo para presentar sus personajes y trama hasta llegar a un final que cala irremediablemente en el espectador. Esto se lleva a cabo con una narrativa contenida y educada que muestra de forma equilibrada las personalidades de los protagonistas, aunque con algunos desvaríos por parte del personaje de Steve Carell. Cabe señalar también, el montaje lineal y personal que hace el film especialmente lento pero apropiado al tomarse su tiempo para exponer tanto su historia como personajes reales.
En conclusión, la considero una obra indispensable en los buenos dramas basados en hechos reales que con mucho oficio y profundidad cala en los cinéfilos más exigentes aún con un ritmo más bien lento, pero que no hace el film pesado en absoluto y logra plasmar una historia emotiva y arrebatadora. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados, maquillaje y narrativa que convierten a Foxcatcher, en un film duro y desesperanzador para todos aquellos que busquen dramas reales y muy bien trabajados.