La tapadera de Sydney Pollack, es un drama de intriga basado en un joven abogado que comienza a trabajar en un poderoso bufete de abogados, del que sospecha que se oculta algo importante. Dirigida con un ritmo rápido y trepidante, es algo enredada pero certera por tener una trama absorbente y penetrante, siendo propia y particular, es portentosa y asombrosa para el público en general. Realizada de modo impecable y maravilloso, tiene un resultado inteligente y arrollador que es notable y muy atractivo para el espectador.
La fotografía, es lumínicamente tenue y confortante, con imágenes sensacionales y espléndidas, que son majestuosas y cautivadoras en un gran trabajo idóneo y fantástico, que es estéticamente decorativo. La música, es increíblemente rítmica y estimulante, con interminables notas de piano que dan una sensación agradable y sugerente, pero intensa y grandiosa en un sutil acompañamiento de la trama. Con unos buenas movimientos de cámara y planos que usan de manera oportuna el travelling, reconocimiento, acercamiento y generales en un acertado trabajo técnico.
Las actuaciones, son auténticas y brillantes. Con Tom Cruise espléndido y reluciente en uno de sus mejores papeles, Gene Hackman genuino y señalado, Jeanne Tripplehorn sincera y emotiva, y notables acompañamientos de Holly Hunter, Ed Harris, David Strathairn y Paul Sorvino entre otros. Con vestuarios y caracterizaciones distinguidos y elegantes, que son evocadores en una acertada dirección artística.
El guion, es embrollado e interesante, con un argumento absorbente y apasionante que resulta atractivo y sustancioso, por inquietar e intrigar al público de manera penetrante y arrolladora, en una trama que tiene los ingredientes necesarios para tener al público pegado al asiento. Utilizando una narrativa conspiradora e insidiosa, que es equilibrada y académica además de común e intachable.
En definitiva, la considero una obra indispensable e insustituible en el género de drama e intriga de los años 90, siendo una de las cintas más señaladas del director por ser apasionante y única. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música y narrativa que hacen de La tapadera, un film imprescindible y atractivo para el público en general, y más aún para los buscadores del suspense llevado a cabo con ritmo e interés.