Sola en la oscuridad de Terence Young es un thriller de intriga basado en una mujer ciega a la que por ciertas coincidencias llega a su poder una muñeca llena de droga que intentan obtener unos criminales, complicándose más aún su vida cotidiana. Dirigida con un ritmo más bien lento y con un estilo particular e indagatorio, es una obra notable en su intriga que mantiene al público eficazmente atento a su desenlace, ya que su trama se propone tener en vilo al espectador en un film que además, tiene unas estupendas interpretaciones de caras conocidas, concluyendo una de esas películas que en principio parece ser una más, pero que a medida que avanza su historia va gustando más y más.
La fotografía en color hace buen uso de los claroscuros y es evocadora en sus imágenes competentes, logrando un idóneo trabajo que es confortante al principio y estimulante más al final según el desarrollo de la acción. La música es turbadora e insidiosa gracias a unos melodías alusivas que son usadas solo en contadas ocasiones, añadiendo algo de enigma al film. Los planos y movimientos de cámara consuman un correcto trabajo técnico mediante el uso del seguimiento, generales, reconocimiento, avanti, retroceso, cámara en mano, detalles, circulares y primeros planos sobrios que sacan lo mejor tanto de la trama como de las interpretaciones.
Las actuaciones son admirables y convincentes. Como protagonistas Audrey Hepburn está sensible y señalada en un difícil papel de mujer ciega, Richard Crenna está irreprochable en su labor y Alan Arkin frío y destacable en su tarea, siendo aceptables los acompañamientos de Efrem Zimbalist Jr, Jack Weston y Samantha Jones. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y formales, en una sugestiva tarea bien trabajada según el personaje que junto con unos pertinentes decorados de interiores te transportan.
El guion, escrito por Robert Howard-Carrington y Jane Howard-Carrington y basado en la obra de teatro de Frederick Kont, se basa en la indagación y la intriga de encontrar algo con el aliciente de que la persona que lo tiene en su poder sin saberlo es ciega y está interpretado por la mejor Audrey Hepburn, como si fuera un film de Alfred Hitchcock pero sin poseer el suspense que tan solo el director inglés era capaz de conseguir, concluyendo un digno thriller que merece la pena ser visto por todos los amantes del género. Esto se lleva a cabo con una narrativa conspiradora y llena de intriga, que de forma dinámica y clásica da equilibro al film en una labor impecable.
En conclusión, la considero una obra indispensable en el género que merece la pena ser vista por los seguidores de los thrillers que busquen intriga y buenas interpretaciones para una trama indagatoria que va de menos a más y acaba teniendo en tensión al público. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara y narrativa que vuelven a Sola en la oscuridad, un film digno de visión para toda clase de espectadores, y en especial, para el cinéfilo clásico y seguidor de los thrillers.