El efecto mariposa de Eric Bress y J. Mackye Gruber es un drama fantástico y un thriller sobre un joven que tiene la habilidad de cambiar su destino y el de que los rodea. Dirigida con un ritmo activo y con un estilo efectivo pero algo sensacionalista al querer impresionar continuamente, es una obra algo enredada por la trama y sus giros argumentales de los que tienes que estar atento para no perderte, y que concluye dando la sensación de haber visto una obra entretenida y en ocasiones notable, al menos para el público más comercial. Realizada de manera inteligente tiene un resultado lúcido que no defrauda.
La fotografía es lumínica y estimulante gracias a unas imágenes que desconciertan por ser impactantes en algunas escenas, ya que muestra flashes que te transportan al momento y lugar donde se propone el protagonista. La música es encantadora y añade enigma al film con sus sonidos emotivos que hipnotizan al tener unas melodías intrigantes y melancólicas según es requerido en la acción. Los planos y movimientos de cámara completan un decente trabajo técnico mediante el uso de grúas, subjetivos, avanti, retroceso, primeros planos, detalles y cámara en mano que tiene la intención de sorprender al público.
Las actuaciones son apropiadas y pertinentes. Como protagonistas Ashton Kutcher está cumplidor en una correcta tarea, Amy Smart está estupenda en su labor y son aceptables los acompañamientos de Kevin Schmidt, Melora Walters, Elden Henson, Eric Stoltz, John Patrick Amedori, Cameron Bright, William Lee Scott, Brandy Heidrick y Ethan Suplee entre muchos otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones evocadores al personaje según su edad o condición social de este, que va cambiando según avanza en el reconocimiento de su propia enfermedad, cumpliendo con una destacada labor muy variada. Cabe señalar también los efectos competentes e idóneos en determinados momentos que exprimen lo mejor de la acción.
El guion, escrito por los directores, es entretenido en sus cambios argumentales que juegan con la teoría del caos, para demostrar al público lo que puede variar una historia cambiando el comienzo o los hechos de una persona en determinadas circunstancias, pero que sea cual sea su camino escogido nunca existirá un final feliz en todos los sentidos para ninguno de ellos. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa y misteriosa que es alusiva al personaje según el momento de su vida. Cabe mencionar también el original montaje que es abstracto y creativo al dar saltos temporales en la memoria del protagonista, para buscar solución a su problema de ausencias mentales.
En conclusión, la considero una obra amena y notable en sus géneros que tiene los componentes necesarios para satisfacer al público más comercial, ese que busca historias absorbentes por sus giros argumentales que van cambiando según avanza la trama. Recomendable por su dirección, guion, fotografía, música, montaje, efectos y caracterizaciones que convierten a El efecto mariposa, en un digno film para ver y disfrutar ya que, aunque no sea una cinta imprescindible, si tiene momentos bien trabajados e incluso apasionantes que no defraudarán en su visionado.