Ridley Scott pone de manifiesto de nuevo que es el mejor director de cine de aventuras del momento, y lo hace como solo él sabe hacerlo, empleando un vestuario, fotografía y ambientación que rozan la perfección; puesto que a mi pequeño entender es el director que mejor ambienta sus trabajos. En cuanto a la película lo primero que aprecias cuando la comienzas a ver es lo mayor que esta Crowe para hacer ese papel, pero pronto te das cuenta que esta versión de Robin Hood realizada por Ridley no es una versión clásica de la historia, sino una versión en la Ridley trata de explicar el porqué Robin Hood se convirtió en un proscrito. En ella veremos un Robin Hood mucho más sosegado y menos alocado que en versiones anteriores; con una serie de problemas que le hacen ser un personaje introvertido.
Y es aquí donde empiezan los problemas puesto que Russell Crowe hace una interpretación muy en la línea de Gladiator, si,si,si te da la impresión que es Máximo el que campea por los bosques de Sherwood, pero claro esa rabia que Crowe le aportaba a Máximo era justificable puesto que lo que pretendía era vengar a su familia; en cambio Robin no tiene motivaciones tan fuertes como para que Crowe copie el papel de Máximo.
A su favor diré que el papel de aglutinador y líder de masas le va como anillo al dedo a Crowe (tal vez porque tengo aun en la memoria a MAXIMO). Cate Blanchett hace un papel correcto y creíble, mientras que Mas von Sydow lo borda (como a mi entender suele hacer) aportando aplomo y credibilidad a su personaje.
Por ultimo diré que los buenos directores son lo que corrigen pequeños defectos de películas anteriores; y para mi desde la primera vez que vi GLADIATOR note que le faltaba algo, y ese algo no era ni más ni menos que una batalla final con las legiones entrando en Roma mientras Russell y Joaquin luchaban en el coliseo; consciente de ello Ridley ha corregido esto en Robin Hood.
En definitiva una película que gustara a los amantes del género de aventuras y entretendrá al resto de espectadores.