Esta resulta ser una película con una trama que la hace ser todo un tostonazo, con unos diálogos de "filosofía barata", y como esto no fuese suficiente, plagada asquerosamente de publicidad al paso de una empresa de servicio de mensajería y otra de artículos deportivos, lo cual me parece bastante inapropiado para que se de en una isla desierta como escenario (como si en la mitad del Sahara se hiciese publicidad de algún refresco conocido), para colmo de gran duración, haciéndola aún más difícil de deglutir.
En definitiva, una especie de película de un Robinson Crusoe de la actualidad, pero plagada de propaganda hasta el vomito y encima con una trama aburridísima en sincronía con su larga e innecesaria duración.
Diría que si Daniel Defoe (el autor de Robinson Crusoe) siguiera entre nosotros se moriría de la vergüenza y la rabia al ver este engendro aparentemente basado en su relato