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Voto de Lalachan:
6
6,3
25.788
Romance. Musical. Fantástico
Adaptación en imagen real del clásico de Disney "La bella y la bestia", que cuenta la historia de Bella (Emma Watson), una joven brillante y enérgica, que sueña con aventuras y un mundo que se extiende más allá de los confines de su pueblo en Francia. Independiente y reservada, Bella no quiere saber nada con el arrogante y engreído Gastón, quien la persigue sin descanso. Todo cambia un día cuando su padre Maurice (Kevin Kline) es ... [+]
19 de marzo de 2017
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es evidente que la factoría Disney ha encontrado un nuevo filón a base de hacer remakes de sus clásicos más celebrados. Lo hemos visto en "La Cenicienta" y en "Maléfica", y solo era cuestión de tiempo que le tocara el turno a "La Bella y la Bestia". Tras la poco afortunada adaptación del 2014, que prácticamente pasó sin pena ni gloria, la Disney tomó cartas en el asunto y decidió llevar a cabo la misma maniobra que había empleado para adaptar "La Cenicienta": La misma historia pero con algunos añadidos del director, las canciones de siempre y alguna más, y el colorido que encandiló a miles de niños (y no tan niños) en la versión animada de 1991.
Se quería imitar el éxito de su predecesora animada, pero solo se ha conseguido a medias. Recrear los clásicos Disney en live action es algo que se ha demostrado que funciona, pues el público que va a ver esas películas es muy amplio: los niños de ahora irán al cine a verla con sus padres, que posiblemente son hijos de la tardía generación de los 80 y recuerdan la versión de 1991 con un cariño y una nostalgia inigualables. Las canciones nos las sabemos de memoria, los números musicales son vistosos y llenos de luz y color. Todo está elaborado al milímetro para transportarnos a aquel cuento maravilloso que tanto nos gustaba, y en muchos momentos esto se consigue con creces.
El problema viene, a mi entender, de gran parte de los añadidos que se le han hecho. No por el hecho de que no estuvieran en la historia "original" (siempre hablando de Disney), sino porque son detalles que no aportan nada o que solo sirven para enrevesar las cosas inútilmente (ir a spoilers). Los actores han realizado unas interpretaciones muy buenas, aunque también hay excepciones: Emma Watson, actriz celebrada y considerada idónea para interpretar a la valiente Bella, aquí parece sosa y en huelga de brazos caídos; ni una expresión de asombro al ver el despliegue de luz y fantasía del banquete, ni una cara de susto al enfrentarse por primera vez a la Bestia. Es como si estuviera perpetuamente empanada, y sus interacciones con la Bestia carecen de la ternura que sí conseguían transmitir los personajes de dibujos animados. Y qué decir de Gastón, interpretado por Luke Evans, que recibe una atención demencial y casi desproporcionada, llegando casi a tener más minutos en pantalla que la propia Bella.
En cambio, confieso que todas mis simpatías han ido a parar a los personajes "animados": el elegante Lumière, el serio Din Don, la entrañable Señora Potts y su hijito Chip; todos ellos han hecho que esta película pudiera salvarse de ser considerada una obra simple o, peor aún, mediocre.
En definitiva, una película que cumple lo que promete y aporta algo más, a pesar de que no era necesario. Los cambios no resultan desagradables, pero tampoco hubiera pasado nada de no haberlos incluido. Una obra de arte no es más bella por tener añadidos extra, pues estos resultan superficiales y recargan la puesta en escena. A veces la belleza, además de en el interior, se encuentra en las cosas sencillas.
Se quería imitar el éxito de su predecesora animada, pero solo se ha conseguido a medias. Recrear los clásicos Disney en live action es algo que se ha demostrado que funciona, pues el público que va a ver esas películas es muy amplio: los niños de ahora irán al cine a verla con sus padres, que posiblemente son hijos de la tardía generación de los 80 y recuerdan la versión de 1991 con un cariño y una nostalgia inigualables. Las canciones nos las sabemos de memoria, los números musicales son vistosos y llenos de luz y color. Todo está elaborado al milímetro para transportarnos a aquel cuento maravilloso que tanto nos gustaba, y en muchos momentos esto se consigue con creces.
El problema viene, a mi entender, de gran parte de los añadidos que se le han hecho. No por el hecho de que no estuvieran en la historia "original" (siempre hablando de Disney), sino porque son detalles que no aportan nada o que solo sirven para enrevesar las cosas inútilmente (ir a spoilers). Los actores han realizado unas interpretaciones muy buenas, aunque también hay excepciones: Emma Watson, actriz celebrada y considerada idónea para interpretar a la valiente Bella, aquí parece sosa y en huelga de brazos caídos; ni una expresión de asombro al ver el despliegue de luz y fantasía del banquete, ni una cara de susto al enfrentarse por primera vez a la Bestia. Es como si estuviera perpetuamente empanada, y sus interacciones con la Bestia carecen de la ternura que sí conseguían transmitir los personajes de dibujos animados. Y qué decir de Gastón, interpretado por Luke Evans, que recibe una atención demencial y casi desproporcionada, llegando casi a tener más minutos en pantalla que la propia Bella.
En cambio, confieso que todas mis simpatías han ido a parar a los personajes "animados": el elegante Lumière, el serio Din Don, la entrañable Señora Potts y su hijito Chip; todos ellos han hecho que esta película pudiera salvarse de ser considerada una obra simple o, peor aún, mediocre.
En definitiva, una película que cumple lo que promete y aporta algo más, a pesar de que no era necesario. Los cambios no resultan desagradables, pero tampoco hubiera pasado nada de no haberlos incluido. Una obra de arte no es más bella por tener añadidos extra, pues estos resultan superficiales y recargan la puesta en escena. A veces la belleza, además de en el interior, se encuentra en las cosas sencillas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
-El que la hechicera aparezca otra vez para resucitar y transformar a la Bestia es el mayor Deus ex Machina que he visto en mi vida y va en contra del espíritu de la historia, tanto de la original como la de Disney, en la que era Bella la que salvaba al príncipe al confesarle sus sentimientos justo antes de que cayera el último pétalo de la rosa.
-¿Por qué tanto misterio con la muerte de la madre de Bella? ¿Por qué Maurice no podía decirle a Bella que si dejó atrás a su esposa enferma fue porque ambos estuvieron de acuerdo en hacerlo así para salvar a la niña de un destino horrible?
-Los habitantes del pueblo, azuzados por Gastón, cargan contra el castillo y están dispuestos a destruirlo hasta los cimientos... pero en cuanto se levanta el hechizo todos se vuelven súper happys y abrazan a los humanos/objetos a los que antes habían intentado destrozar. ¿Qué pasa, que a los del pueblo también les afectaba el hechizo?
-Esto va a título anecdótico, pero no por ello resulta menos chirriante: Que estemos en plena Francia y Bella le esté enseñando a leer a una niña en inglés... me ha hecho estremecer el kokoro.
-¿Por qué tanto misterio con la muerte de la madre de Bella? ¿Por qué Maurice no podía decirle a Bella que si dejó atrás a su esposa enferma fue porque ambos estuvieron de acuerdo en hacerlo así para salvar a la niña de un destino horrible?
-Los habitantes del pueblo, azuzados por Gastón, cargan contra el castillo y están dispuestos a destruirlo hasta los cimientos... pero en cuanto se levanta el hechizo todos se vuelven súper happys y abrazan a los humanos/objetos a los que antes habían intentado destrozar. ¿Qué pasa, que a los del pueblo también les afectaba el hechizo?
-Esto va a título anecdótico, pero no por ello resulta menos chirriante: Que estemos en plena Francia y Bella le esté enseñando a leer a una niña en inglés... me ha hecho estremecer el kokoro.