Pues eso, que esta película es la historia de un cagada… de una grande… de una, en definitiva, gran-gran-gran-gran cagada. ¡No estoy repitiendo 'gran', es el eco porque esta película te hace caer a un gran pozo sin fondo! El argumento consiste en que Fraser se va con su sobrino de expedición por Islandia y cometen un increíble e imperdonable FAIL: ¡no se pasan por el museo de la cantante Björk! No sé si hay uno allí… pero debería. Conocen a una guía local que se ha equivocado de profesión: ¡tenías que ser modelo, guapa! Y todos juntos acaban en una cueva… metiéndose y metiéndola por un agujero… y con unos calores y sofocos que para qué… ¿¡Que para qué!? ¿Para qué perder el tiempo?

“Viaje al centro de la Tierra” en 3D no es un insulto a la novela de-de Julio Verne… sino una película de aventuras como mucha acción, suspense y comedia protagonizada por Brendan Fraser… O sea, que no es un insulto… ¡sino su eufemismo! Algún crítico ha comparado la película con un gran tobogán… Bueno, también los intestinos son un-un 'tobogán' para las-las heces… Yo, cuando acabé de verla, tiré-tiré de la cadena. Creo que es la única-única diferencia entre sentirla-sentirla y disfrutarla una vez-vez abandona el centro-centro de una Tierra llamada culo-culo. Uy, el eco que tiene este cagadero-cagadero-cagadero llamado película-película-película...

Plof!