“Beginners” nos enseña que disfrazar el drama romántico (o la comedia porque recordemos que en el amor como en la guerra todo vale) con pirotecnia en el montaje y elementos como insertos no es novedoso pero enmascara mejor lo previsible y tópico… La película de Mike Mills es una comedia dramática muy tópica y lo sería más si no contara con el personaje y la interpretación de Christopher Plummer (tiene medio Oscar por el mejor actor de reparto en el bolsillo). Cierto es que el amor en la gran pantalla es muchas veces típico pero en “Beginners” se establecen dos historias dramático-románticas para hacerse querer. Una es la de un matrimonio cuyo marido es gay pero que aprovecha a salir del armario cuando queda viudo. La otra la protagoniza su hijo, que ve representado el fracaso del amor en la relación que mantuvieron sus padres como medida aniquiladora de cualquier sentimiento amoroso y relación duradera… hasta que llega ella, claro.

Como tiene que haber drama no falta la enfermedad terminal, un amante joven y, por supuesto, un perro. Si “Beginners” no tuviera ese montaje no sería nada… o sería poco. Pero tampoco lo serían los hijos de “¡Olvídate de mí!” como “(500) Días juntos”… Siendo sincero creo que “Beginners” únicamente será recordada con el tiempo como aquella película con la que Christopher Plummer ganó un Oscar y en la que aparecían Obi-Wan Kenobi sin arrugas, una francesa que salió en una de Tarantino… y un perro muy simpático, que se me olvidaba.