Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
5
Bélico. Acción. Thriller En 2003, durante la ocupación de Bagdad por tropas estadounidenses, al oficial Roy Miller (Matt Damon) y a su equipo les encargan la misión de buscar armas de destrucción masiva. Registran escondite tras escondite, a cual más peligroso, pero en vez de letales agentes químicos, descubren un elaborado plan que cambia el rumbo de su misión. Rodeado de agentes con objetivos contradictorios, Miller intenta averiguar la verdad a partir de una ... [+]
8 de agosto de 2010
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paul Greengrass quería algo más grande y con más acción que “United 93” y posiblemente ese encuentro Damon/Bourne en “El ultimátum de Bourne” influyese en “Green Zone: Distrito protegido”. El objetivo, un proyecto mayor con un telón de fondo real. El resultado, un thriller que transcurre en Iraq en plena busca de armas de destrucción masiva.

El héroe es Roy Miller y su apellido, inscrito en una placa como una camarera de restaurante, está igual de metido y calzado que el personaje de la periodista indiscreta para que, entre tanta testosterona, la guerra sea algo más rosa. No es de extrañar que en Iraq la democracia huela: ¡pero miren como se pronuncia en iraquí! Parece que vomitan todos y cada uno de los vocablos que la componen.

En la política existen vueltas de tortilla y se dice Diego cuando se quería decir Digo. Y efectivamente aquí se habla también de que los malos son malos y los buenos siempre serán buenos pese a estar en bandos equivocados.
¿Recuerdan el western como género cinematográfico? ¿Recuerdan que modelos seguía? Nacían de esa colonización y conquista del Oeste, la acción sometía la psicología del personaje y el paisaje del gran plano general se imponía al interior, al decorado. Ese era el cine y género de un país sin historia que se había apropiado de la de otro humillándolo a su desaparición, desposeyéndolo de lo único que no podía tener, una voz y un punto de vista para narrar la multitud de historias y leyendas de un pueblo nativo. Las otras historias no eran la crónica negra de indios inocentes muertos sino la crónica del vencedor y la mitificación del héroe en mártir o conveniencia. El vencedor escribe la historia y tiene la potestad de reescribirla a su conveniencia. Los ‘buenos’, siempre serán buenos aunque maten miles de indios y dejen a los búfalos en peligro de extinción.

Freddy se hace llamar un traductor cojo que sale de la nada y que tampoco conviene explicar. Es un mero recurso de calzador y bolillo, como todo el filme. Sacado, eso sí, de “Pesadilla en Elm Street” sería esa estación de autobuses que aparece… y Greengrass, pese a sacar sus dotes visuales, los defectos dramáticos que someten y reducen el thriller a mera y transitoria acción restan muchos enteros.

Hubo un Incidente en la sala. Un argentino que estaba sentado en la butaca de la fila de atrás se alzó y gritó «Hijo de puta, te voy a matar» (lo dijo con acento argentino y por eso pienso que su nacionalidad era idéntica a la de su acento). Me giré, junto con mi acompañante (no era argentina), y había otro señor en la fila junto al argentino y a su acompañante (¿sería argentina?). El señor pasaba junto a ellos (¿o era detrás?; estaba todo tan oscuro…) y al parecer había rozado la cabeza del argentino. Se montó un buen 'pollo' pero fue, desde luego y visto lo visto, con mucha más intriga y sorpresa de lo que vimos en pantalla grande en el resto de la proyección.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow