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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
6
Thriller. Drama Un hombre misterioso, desconfiado y solitario (Isaach De Bankolé), que vive al margen de la ley, llega a España con la intención de terminar un trabajo. En su camino se cruzarán los más peculiares personajes. (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2010
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Los límites del control” de Jim Jarmusch es una de las películas menos asequibles del director de “Mystery Train”. Ni armas ni celulares ni sexo, reza el leitmotiv del protagonista. Realmente no hay leitmotiv ni argumento, mucho menos conflictos de los personaje ni evolución de los mimos. «Use su imaginación y sus habilidades» Parece extensible al propio director y espectador. “Los límites del control” son elementos dispersos en un conjunto que no debe proporcionarlos. «El universo no tiene centro ni bordes.» Ese universo fílmico que se repite en ciclos sin una clara progreso. «Las mejores películas son como sueños que nunca se esta seguro de haber soñado.»

Parece que el filme de Jarmusch va encaminado a formar parte de lo etéreo y únicamente es reducible a un catálogo de acciones y frases sobre una escaleta básica y cíclica. ¿Qué límite nos propone Jarmusch sobre el control cinematográfico? No soy muy fan de Jim Jarmusch aunque me satisfaga plenamente “Ghost Dog, el camino del samurái” y desee revisar nuevamente “Dead Man” pero en “Los límites del control” hay elementos tan llamativos como sorprendentes para seguir la pista de una película que no pretende ser tal: contrapicados, secuencias de montaje, banda sonora y barrido, círculos periódicos basados en visiones a través de cuadros y una recurrente descripción de un encuentro que descompone el conjunto.
Habría que empaparse de expressos (de dos en dos) y entrevistas del director de “Mystery Train” para saber si realmente Jarmusch ha querido hallar el equilibrio entre Marguerite Duras y Jean-Pierre Melville, entre “Ghost Dog, el camino del samurái” y “Dead Man”, entre un relato inexistente entre diferentes escenarios e intercambios de cerillas; o el periplo circular de un eterno viaje con brochazos de breves conversiones que no conocen límite, entre los límites del control fílmico.

Extranjeros en tierras extranjeras, de desdramatización de la estética. Es esencia. Mirar a un cuadro para poder iniciar un nuevo viaje. De hacer que la elipsis rompa la acción y descomponga el límite del tiempo y el espacio. Efectivamente para hallar el límite del control que nos propone Jarmusch hay que «Usar la imaginación».
Maldito Bastardo
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