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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
6
Comedia Solitario y deprimido, John (John C. Reilly) acaba de saber que su exmujer planea casarse de nuevo. A pesar de todo, inesperadamente, conoce en una fiesta a la guapa y encantadora Molly (Marisa Tomei). Entre ellos surge una relación apasionada hasta que Cyrus (Jonah Hill), el hijo de Molly, entra en escena y se interpone entre ellos. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2011
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salto de eje en la comedia romántica. La presentación del personaje principal es vía prurito en el culo (que no purito), de espaldas, en una casa sucia y pestosa. Solitario modo de enlazar con el compromiso de tu ex mujer y compañera de trabajo. También amiga. A uno le puede descolocar, en cierta medida, que una mujer atractiva como Marisa Tomei pueda sentir atracción por John C. Reilly (pese a ser ‘enculada’ por Philip Seymour Hoffman en “Antes que el diablo sepa que has muerto” y enseñar pecho-y-espalda a Mickey Rourke en “El luchador”). Pero cuando llega el objeto de ataduras uno lo entiende todo. No estamos ante una nueva “Marty” porque aquí no gravedades sociales ni madre… El filtro censor lo ejerce precisamente el planeta con mayor poder de atracción (por peso físico y emocional): el de Cyrus. No es el protagonista sino el rival, el hijo que al contrario que “El noviazgo del padre de Eddie” quiere quedarse con un botín bajo la atenta mirada del complejo de Edipo.

Estilo cuasidocumental y estética dentro de una puesta en escena abierta a la improvisación. El punto cómico aquí tiene su punto y contrapunto de ternura. El hijo ata y mata y conspira por el poder. Aparece un juego por el cetro llamado amor… y no dudarán en que en la guerra y Marisa Tomei vale todo. Se entiende que la posesión se cierne sobre carencias afectivas y dependencias mayores. Cuando dos personajes y seres disfuncionales como John y Cyrus tienen tan cerca el equilibrio emocional puede ocurrir cualquier evento que altere la sonrisa.

Sorprende que la producción corra a cargo de los hermanos Scott y que ese clásico con nombre y apellidos llamado ‘Don't You Want Me’ de The Human League cobre especial protagonismo. Sí, “Cyrus” tiene truco (y trato) porque una película en la que aparezca Catherine Keener está condenada a gustar a un bastardo en mayor o menor medida.
Maldito Bastardo
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