Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
1
Acción. Aventuras. Ciencia ficción. Thriller En el calendario de los mayas aparece señalado el año 2012 como la fecha en la que se producirá el fin del mundo, que irá acompañado de diversas catástrofes naturales: erupciones volcánicas, tifones, glaciares que inundarán el planeta. Cuando el escritor Jackson Curtis (John Cusack) y sus hijos regresan a casa, una intensa actividad sísmica recorre la Costa Oeste de los Estados Unidos.
22 de mayo de 2011
25 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuenta la leyenda que el Fin del Mundo llegará cuando una persona vea “2012” 2012 veces. Por suerte, estamos a salvo: no hay nadie tan friqui y/o enfermo y/o gilipollas. Ni siquiera la madre de Roland Emmerich porque el director cogió el dinero y corrió tras destrozar otras veinte ciudades más para añadir a su destructivo curriculum.

“2012” es como un cruce de “Titanic” (tiene barco y escena de coche pero sin sexo), “Million Dollar Baby” (película inicial deportiva pero con un giro final muy dramático), “Mars Attacks!” (sin chistes ni alienígenas) y un vídeo promocional de los Testigos de Jehová. La película funciona como la teoría de los neutrinos que se sacan de la manga del sobaco. Pero en vez del Sol es la propia película quien envía esas partículas a nuestros cerebros que empiezan a calentarse… Mucho, mucho… pero que mucho. Y la corteza craneal se descompone y te quedas… como Roland Emmerich. Puede que ese sea el motivo por el que no he entendido la película. Si Danny Glover hace de Obama, entones, ¿Bin Laden es Mel Gibson? No la he entendido y mira que dura la cabrona…

“2012” es tan sumamente idiota que no la disfrutará ni siquiera un anarquista extremista ateo pese a quedar desolado el Vaticano y hundido hasta las cejas del presidente el imperialismo americano y sus monumentos.

“2012” es tan sumamente estúpida que inventa el sampler ‘catastrófico’ con multitudinarios chillidos que se repiten de manera estúpida y clónica en cada secuencia catastrófica, claro. ¿¡Pero cómo vamos a escuchar los gritos de la gente a veinte kilómetros de distancia y con un ambiente alrededor más chungo que la boda de Farruquito!?

“2012” es tan cínica que da esperanzas a los escritores que publiquen y vendan 400 copias para que lancen al final una frase (sin pagar derechos de autor) en el discurso del héroe que empape un puñado de bragas y calzonces.

“2012” es tan pero tan mala que cualquier dramatismo es un chiste genial. Te reirás 2012 veces como poco.

Pero es que “2012” es súper-súper-súper-espectacular, espectacularmente divertida, espectacularmente gilipollas.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow