“Chico & Rita” me parece una gran novedad y buen camino en el territorio de la animación patria que ha quedado confirmado con “Arrugas”. Ambas podían haber estado en esas cinco películas nominadas al Oscar a la mejor película de animación, pero finalmente parece que la música ha triunfado. Pero también triunfa dirigir la mirada animada hacía horizontes más adultos y selectos, más sensibles y dramáticos. Lo estamos viviendo con la animación japonesa y francesa (y ya europea) que se cuela cada año en premios de cine que conceden en EEUU. Mientras que la animación estadounidense parece preocuparse de realzar el 3D, fuera se intenta realzar las historias y los personajes con un muy marcado (pero resonante) uso del 2D.

No es por quitar méritos a Tono Errando, pero parece que “Chico & Rita” nace de la conjunción de talento visual de Javier Mariscal y la intrépida investigación musical y documental que recientemente había plasmado Fernando Trueba. El resultado nos lleva a un lugar pocas veces plasmado en la gran pantalla del cine moderno: la elegancia sonora de La Habana a finales de los 40 con un gran homenaje musical propio de Bebo Valdés o claras referencias al jazz por Thelonious Monk, Dizzy Gillespie y Charlie Parker, mediante una historia de amor de condena, unión y separación. Es cierto que en el filme habitan los lugares comunes impuestos por su mirada al cine clásico y apreciación visible: contada desde un gran flashback y paseando entre clichés que no ocultan referencias a “Casablanca” o “El padrino” desde su visión de Hollywood, Las Vegas, Nueva York, París…

El amor es una canción que nunca se olvida, un cuento de fusión musical y netamente de espíritu latino. Las canciones parecen guiar los pasos de los amantes con un cuento con hada madrina llamada Estrella Morente. Efectivamente el eco de ese beso que implora por un destino que parece imposible, que será como un carnaval de infinito placer sin igual donde por siempre juntos estarán los dos, en la vida, juntos como el ayer.


Tanto tiempo disfrutamos de este amor
nuestras almas se acercaron tanto así
que yo guardo tu sabor
pero tú llevas también, sabor a mí.
Si negaras mi presencia en tu vivir
bastaría con abrazarte y conversar
tanta vida yo te di
que por fuerza tienes ya, sabor a mí
sabor a mí.