Considerada como una de mejores películas chinas de todos los tiempos según la asociación de críticos de Hong Kong el filme de Fei Mu, del que se haría un remake en el 2002 a cargo de Tian Zhuangzhuang, y “desterrada” hasta los años ochenta, completa una película imprescindible del cine oriental.

Es, ante todo, una película muy contemporánea para ser un filme anterior a los cincuenta: con ese extraño triángulo amoroso o esa concepción del cine como observación de los personajes integrados en sus paisajes. Podría recordar a la puesta en escena de “Stromboli, tierra de Dios” (1950) que realizase Rossellini con Ingrid Bergman perdiéndose en esas edificaciones como si estuviera atrapada en un laberinto.
Aquí la puesta en escena la marca sobre todo el deterioro de la casa como destrucción de la relación entre los protagonistas. Posiblemente beba del cine occidental aunque Fei Mu desconozco si había visto “Breve encuentro” o alguna película neorrealista.
“Primavera en una pequeña ciudad” tiene o poco que envidar a todas las películas mencionadas y alcanza una libertad cinematográfica que aúna el talento de contemplar con el arte de filmar.