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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
8
Thriller. Drama En Bangkok, el joven Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para tráfico de drogas. Su madre, jefa de una poderosa organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber violado y matado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y deseo de venganza, ... [+]
15 de diciembre de 2013
52 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aviso a los navegantes: “Only God Forgives” no es una película convencional sino cine de arte y ensayo, artificio conceptual y puro avant-garde audio-visual. Olvídense de pedir algo más a un guión de 20 páginas (y tirando por lo alto) de diálogos, de impávidas interpretaciones gestuales y de una anti-revolución narrativa. Olvídense de una nueva “Drive” por mucho plano que tenga Ryan Gosling y olvídense de criticar si son conscientes de aquello que van a ver porque la nueva y controvertida cinta de Nicolas Winding Refn debería simplificar la opinión del público (y crítica), como correspondiera a toda obra de arte contemporánea y a lo vídeo de youtube, con un ‘Me Gusta’ o ‘No Me Gusta’. Cualquier otra derivación me parece reiterativa y simple y fútil cliché: que si los personajes no están definidos, que si no hay guión, que si es un corto inflado, que si todo el conjunto es una sobredosis de slow-motion, que si es ridícula y ya con los ‘karaokes’ ni te cuento, que si es una mala copia de Wong Kar-Wai… y así una y otra vez… entre las mismas quejas y lloros.

Que una película sea experimental no la exonera de una crítica, pero utilizar argumentos peyorativos y simplistas sería como etiquetar de «precuela del gotelé» la obra de Vincent van Gogh o calificar de «mierda» una cinta conceptual tras haber visto tres minutos de sus más de cinco horas de metraje. Y que nadie diga que Nicolas Winding Refn es el nuevo niño mimado de la crítica porque en EEUU ha tenido peores reseñas que “G.I.Joe: La venganza” y al mismo rasero que “The Host” y “After Earth”, claras referentes para los Razzies que se entregarán el próximo año. El propio cineasta da la impresión de ser auto-consciente del ajusticiamiento ultra-violento de gran parte del público y crítica y parece reencarnarse bajo la piel de Ryan Gosling, esperando el castigo letal y rápido que le incapacite de por vida para volver a tocar con sus manos una cámara.

Planteémonos aquello que ha querido contar Refn antes de propinarle el primer puñetazo entre ceja y ceja… Revisemos la hemeroteca virtual y pongamos en un buscador ‘nicolas winding refn interview only god forgives’… para que sorprendámonos al escuchar / leer que el director de “Drive” y “Bronson” odia la violencia y todo aquello que pueda ‘herir’. La utilización del terror físico es sinónimo de ‘pasión emocional’ para sus personajes y el tema ya es incluso recurrente en su filmografía. De hecho, se podrían enlazar los paralelismos de los instantes más surreales y arrebatados en la cinta que protagonizó Tom Hardy, como colocar ‘It's A Sin’ de los Pet Shop Boys en la fiesta de un psiquiátrico con esas actuaciones de ese policía que haría feliz a Friedrich Nietzsche.

“Only God Forgives” exorciza al guión y es poseído completamente por la imagen entre la pose, la vanidad y el ego del cine contemporáneo. Se trata de un juego artístico y conceptual para regenerar la típica historia de venganza y lucha como espejismo de una realidad sórdida y violenta, donde niñas pre-adolescentes son violadas e incluso asesinadas en un paraíso turístico internacional. La violencia es gráfica y ultra-estilizada en ese arrebato espiritual en mundo amoral, como columna vertebral de la justicia, donde el pasado y la búsqueda de la redención se ofrece como moneda de cambio a un altísimo precio. La película de Refn me parece focalizada sobre la aceptación del precio del perdón para poner fin a la espiral de crímenes y sinsentidos como herencia de esa familia llamada raza humana; la violencia innata y los instintos primitivos de venganza únicamente pueden ser frenados por ese componente sobrenatural y espiritual que el propio título de la cinta se encarga de recordarnos: Dios o un enviado divino, un ángel exterminador. Es decir, una moraleja en la que no habita la moraleja: el ser humano está condenado a excederse de sus límites morales y ahogarse eternamente sobre su sed de venganza.

El propio autor nos da pistas sobre el personaje que interpreta Kristin Scott Thomas diseñado como un cruce de Lady Macbeth y Donatella Versace y esa propia ambivalencia desata el espíritu de la obra conceptual como film de extremos, de odios y amores, de cielos e infiernos.
Maldito Bastardo
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