Primera película de Nacho Vigalondo después de una serie de cortos que deconstruían el cine fantástico o de ciencia-ficción en clave de humor. Código 7 sería un anticipo de los cronocrímenes al tratar, los viajes en el tiempo y la comedia, a un mismo nivel.

Y remarco a un mismo nivel. Para que no parezca que al utilizar el humor, los viajes en el tiempo se realizan de una forma chapucera o que es un mero vehículo para los gags. Muy al contrario Los cronocrímenes es una historia bien hilvanada, donde los detalles son muy importantes (tijeras, walki-talkis, pantalones rojos, por poner unos pocos ejemplos).

Otra virtud de los cronocrímenes es que no se toma muy en serio a sí misma, ni nos abruma con explicaciones pseudocientíficas sobre las irresolubles paradojas que generan los viajes en el tiempo. Aspecto del que pecan muchas de las películas de este tipo, que suelen caer en la pretenciosidad, como a mi juicio le ocurre a Código Fuente.

Hay mas mezclas con géneros, una pizca de erótico y terror, tendrán su parte. Siendo la parte de terror una de las más gratificantes gracias a ese personaje tan icónico que parece salido de los monstruos clásicos de terror de la Universal, que vamos a llamar "la momia rosa".

Desde el 2007 hasta el 2014, que es cuando escribo esta crítica, el cine de género en España ha crecido en cantidad y calidad. Ha sido valorado por premios y por crítica, pero las propuestas de Vigalondo tienen un plus, un componente de originalidad e invención sobre otras propuestas mas convencionales.