Siempre me hace ilusión comenzar una serie de este género por poca fama que tenga, ya que soy adicta a la intriga, los crímenes y los asesinos en serie. Por lo que siempre tengo la esperanza de encontrar, al comenzar una nueva serie de este tipo, una maravilla. Con The Following no tuve suerte. A pesar de empezar con buen pie y prometiendo mucho, no tarda en desvelar cada secreto y cada trampa del asesino y formular adivinanzas que son resueltas al instante capítulo a capítulo.

Lo mejor, en mi opinión, es la interpretación de James Purefoy y Kevin Bacon y el descubrimiento de la actriz Valorie Curry, una nueva femme fatale retorcida con sentimientos de lo más variopintos que, al menos a mí, me sorprendió positivamente. También la música es un punto a favor que te hace olvidar un poco algunas de las carencias de la serie.

Lo peor, los personajes prácticamente anodinos de Claire y Joey y sus reacciones sin sentido y poco creíbles, la incapacidad casi constante del FBI para hacer bien su trabajo en las ocasiones clave y la facilidad que nos da la serie para descifrar los escasos misterios que ofrece.

En resumidas cuentas, The Following no es una serie imprescindible del género a la que recordarás con cariño, pero si es una serie que engancha a pesar de tener un guión bastante mediocre y de no ser lo que esperabas en un principio. Aun con todo esto la disfrutarás y pasarás un buen rato frente a la pantalla, cosa que es de agradecer.